El futbolista defiende que las relaciones sexuales que mantuvo con la joven de 23 años en la discoteca Sutton fueron “con el consentimiento de la mujer”.
Dani Alves, que el pasado mes de diciembre disputó el Mundial de Qatar 2022 con Brasil, sigue detenido en el módulo 13 de la cárcel de Brians 2, en España, luego de ser acusado de violar a una mujer de 23 años el pasado 30 de diciembre en la discoteca Sutton de Barcelona. La novedad es que el lateral derecho en esta oportunidad presuntamente pedirá la libertad provisional.
De acuerdo a lo informado por el diario local La Vanguardia, su abogado, Cristóbal Martell, presentará un recurso de apelación en las próximas horas.
La idea, en ese sentido, es que esta apelación asegure “garantías a los magistrados de que el brasileño permanecerá en su domicilio de Barcelona el tiempo necesario hasta la celebración del juicio”.
Incluso, el artículo sugiere que entre estas “garantías” se encuentre el uso de “una pulsera telemática, la entrega del pasaporte, firmar a diario en los juzgados o depositar una cantidad de dinero”, de modo de cubrir cualquier responsabilidad económica que suponga el juicio.
Como sea, a la espera de este escenario, los días de Dani Alves no presentan mucho más que contar. Según se ha sabido, continúa con su aclimatación al régimen de presidiario y esto contempla que “no hay trato de favor ni medidas excepcionales”, según recogió el citado medio.
De hecho, La Vanguardia sostiene que Alves, tal vez resignado, envió un mensaje desde la cárcel: “Aceptaré lo que venga. Me fui de casa con apenas 15 años. He superado en mi vida situaciones muy difíciles y complicadas. Esta será una más que pasará. No me asusta nada”.
Finalmente el medio explica que el futbolista brasileño asegura que las relaciones sexuales que mantuvo con la joven de 23 años en la discoteca Sutton fueron “con el consentimiento de la mujer” y que sus contradicciones al declarar se debían al “miedo de revelar en público que le había sido infiel a su mujer”.