Según explicó un compañero de prisión, el brasileño atraviesa un duro momento en el recinto. “Está más delgado, más demacrado”, dijo.
Dani Alves está próximo a cumplir cuatro meses en la cárcel. El futbolista brasileño, luego de participar en el Mundial de Qatar con la Verdeamarela, se desplazó en enero hasta España para responder al testimonio de una joven que le acusó de violarla en una discoteca de Barcelona en vísperas del año nuevo. Entonces, fue detenido.
Desde entonces, se separó de su mujer, Joana Sanz, y ha declarado hasta en cuatro oportunidades frente a la jueza del caso, con la intención de conseguir la libertad condicional, que sin embargo se le ha denegado. Él insiste en su inocencia, y que la relación fue consentida en todo minuto.
Ahora, sin embargo, Alves es noticia porque se han sabido más detalles de su vida al interior de Brians 2, la cárcel donde permanece encerrado. El programa Fiesta, de Telecinco, se contactó con uno de sus compañeros al interior del recinto penitenciario catalán.
Consultado por el día a día, el tipo sostuvo que no es tan sencilla como parece: “Él está ahí perdido y todo el mundo ‘¡ay, el Alves!’, ‘¡ay, el Alves!’. También hay gente maleducada y en el comedor, cuando todo el mundo está comiendo, pegan al cristal. ‘¡Tú, maricón! ¡Violador!”, dijo que le gritan.
Del mismo modo, más tarde, aseguró que el futbolista “está más delgado, más demacrado. Se le ve triste a ratos”. También aseguró que “alguna vez” ha tenido privilegios.
“Dice que que todo ha sido consentido, que todo bien. Una noche de fiesta”, explicó luego, cuando fue consultado por la versión que sostiene Alves con ellos, sus compañeros en la celda.
Finalmente, el hombre advirtió que el exjugador del Barcelona se activa únicamente cuando lo convocan para disputar algún partido: “Él no sale. Él solamente sale al polideportivo cuando juega contra otro módulo. Si no, se queda ahí en el módulo o se pone ahí en la sala de día, que está la tele, a verla”.
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