El deporte de alto nivel recupera a duras penas su actividad desde hace unas semanas, pero la sombra del Covid-19 planea todavía sobre los grandes eventos.
El fútbol recupera poco a poco su ritmo habitual desde hace unas semanas. Los campeonatos de Alemania, Inglaterra, España e Italia pudieron coronar sobre el césped a sus campeones 2019-2020, pese a la soledad y el silencio en los estadios huérfanos de aficionados.
Las puerta cerrada será en principio lo habitual al comienzo del próximo curso, como en el caso de la Bundesliga alemana, que comenzará el 18 de septiembre, un poco más tarde de lo habitual, con un calendario por lo tanto más condensado.
En Francia, salvo giro de los acontecimientos, los estadios no podrán recibir más de 5.000 personas al menos hasta el 30 de octubre.
Pero el episodio de los dos casos de COVID-19 en el Atlético de Madrid hizo recordar la fragilidad que rodea a la organización de la 'Final 8' de la Liga de Campeones, prevista en Lisboa del 12 al 23 de agosto.
El club 'colchonero' no registró ningún otro contagio el lunes luego de una nueva batería de test. El protocolo sanitario estricto debería permitir a la competición reina culminar llegar hasta el final.
Tenis
La WTA reanudó su competición en Palermo, pero la ATP masculina no ha podido aún reiniciar su actividad en las pistas.
La renuncia de Rafa Nadal, el vigente campeón, y de la N.1 del mundo Ashleigh Barty al US Open, debido a las inciertas condiciones sanitarias que rodean al Gran Slam de Nueva York, previsto del 31 de agosto al 13 de septiembre, no han causado de momento un efecto dominó entre los y las tenistas.
El torneo estadounidense, primer test de enjundia tras post-COVID-19 en el circuito, que se disputará en ausencia de público, se mantiene por momento en las fechas previstas a pesar de las críticas, entre ellas por parte de Nadal y del australiano Nick Kyrgios, quien también declinó su presencia.
El N.1 mundial Novak Djokovic, quien contrajo el coronavirus a comienzos de julio durante un torneo caritativo organizado en los Balcanes, está por el momento en liza, al igual que otros seis tenistas del Top-10, como el griego Stefanos Tsitsipas y el alemán Alexander Zverev.
El desarrollo del Grand Slam de Nueva York será escrutado con lupa por los organizadores de su homólofgo parisino, Roland Garros, previsto dos semanas después del US Open (21-septiembre-11 de octubre), aunque con público.
Rugby
Las recientes infecciones en el Stade Français, cuyo plantel ha quedado en cuarentena, muestra la complejidad de un regreso a la normalidad, a casi un mes de que se reanude la liga francesa.
Los últimos partidos del Torneo de las Seis Naciones, que debían haberse disputado a finales de marzo, fueron aplazados por la pandemia del COVID-19 y se han reprogramado para finales de octubre.
Las giras de test-matches de selecciones de junio se cancelaron y en noviembre-diciembre se creó un torneo inédito en el hemisferio Norte, con los seis grandes de Europa y dos naciones invitadas. El proyecto está en vías de diseñarse.
En el hemisferio Sur, el Super Rugby, que agrupa a 15 franquicias de cinco países (Nueva Zelanda, Sudáfrica, Australia, Argentina, Japón) está detenido por la pandemia. Las federaciones neozelandesa y australiana han abogado por nuevos formatos, pero no hay decisión final al respecto.
Ciclismo
A tres semanas del Tour de Francia, las carreras habitualmente de segunda fila, como el Tour de l'Ain, han contado o cuentan con un 'casting' de lujo, con ciclistas que se prueban para la 'Grande Boucle'.
El Tour de Francia debe comenzar el 29 de agosto en Niza y si bien los organizadores creen ser capaces de controlar los gestos de precaución, que se llevan mascarillas y la distancia social en las salidas y las llegadas, persisten dudas sobre lo que ocurrirá en las carreteras.
La duda planea también sobre el Mundial de ciclismo en ruta. Este miércoles se canceló el evento en la sede prevista en Suiza, en Aigle-Martigny, y la Unión Ciclista Internacional (UCI) busca una eventual sede alternativa en Europa.