Aprendiz de Claudio Bravo fue "le giganté"

Que se escuche: liberté, égalité, fraternité. Porque fue "le giganté" y todos los calificativos que se le ocurra. Sí, pues más allá del cariño que se llevó Croacia, el triunfo de Francia en el Mundial de Rusia no tuvo discusión. Por algo terminó invicto, sacó a Argentina, Uruguay y Bélgica de la competencia y, además, en la final mostró su categoría.

Fue un 4-2 abultado para algunos (goles de Mandzukic, Griezmann, Pogba y Kylian Mbappé), pero que se cimentó con inteligencia, velocidad, figuras desequilibrantes y dos errores de la escuadra de Dalic Zlatko, primero con un autogol y luego con la mano de Perisic en área propia

¿Tuvieron mayor posesión los croatas? Sí. ¿Equipo experimentado? También, pero no bastó. De hecho, el team galo levantó la Copa con una de las plantillas más jóvenes de la historia de los mundiales, con 26 años y 11 días. En el ranking facilitado por el español MisterChip, Francia quedó en cuarto lugar, desplazando a Alemania 2014, que campeonó con 26 años y 68 días.

Superando por poco el promedio francés se ubicó Antoine Griezmann (27), quien fue la figura del "bicampeón" pese al explosivo ascenso de Kylian en el campeonato. Y aunque en la conferencia de prensa se puso una bandera de Uruguay (guarda profundo cariño por quienes lo "formaron" y por la cultura charrúa), igual hay un pedazo de Chile en el artillero del Atlético de Madrid.

¿Ah, sí? Es que más allá de los colores blanco, azul y rojo que comparten los símbolos del campeón de América y el güíner del mundo, también hay lazos afectivos de los franceses con algunos jugadores de la Selección, encabezados por Claudio Bravo, quien compartió camarín con el "Principito" en la Real Sociedad, entre 2009 y 2013.

"Muchas felicidades. Me alegro mucho por todos tus logros y más por conocer a esa gran persona. Sigue con todo amigo. Ya eres una leyenda. Abrazo grande, campeón del mundo", escribió el capitán de la Roja en su cuenta de Twitter. Icluso, hace un par de semanas Martín Lasarte (hizo debutar al francés en España) indicó que el golero fue clave en su formación.

Y Griezmann -que lleva un 2018 soñado, pues también ganó la Liga Europa con el Atlético de Madrid- es un agradecido. "Aún es muy pronto como para decir qué significa todo esto, pero ganar un Mundial es algo gigante. Me siento muy orgulloso. Somos un grupo unido y nuestra fuerza es increíble. Hoy hicimos historia", declaró.

Y aunque en el podio como mejor jugador de Rusia quedó tercero, Griezmann (que pensó picar el penal a Croacia, emulando a Zidane, y que en el global marcó 4 veces) quedó satisfecho y fue uno de los más prendido al celebrar. Hasta lució un sombrero cuate y gritó: "Viva México, cabrones". El más grande, sin duda.

COMPARTIR NOTA