El juez chileno estuvo a la altura de una final de Copa Libertadores y no protagonizó ninguna polémica.
Era su primera final continental. Pero no era cualquiera. Boca Juniors y River Plate se enfrentaron por el primer gallito en la mismísima Bombonera. Y ahí estaba Roberto Tobar.
El juez chileno, indicado por la Conmebol como el afortunado para dar el pitazo inicial. El referí se levantó tempranito para inspeccionar el césped xeneize y le dio el visto bueno, a pesar de la lluvia que cayó durante la madrugada en Buenos Aires.
Tras el arranque de las acciones, el árbitro nacional se mostró con personalidad, tranquilo y no se intimidó ante ninguna protesta del local. Se le vio sereno y asertivo en cada decisión.
Es más, a pesar de ser una final y más encima un superclásico mundial, no hubo ninguna polémica en el que Tobar se viera involucrado.
El chileno cumplió en el que de seguro es el partido más importante de su carrera. Algunos ya lo candidatean para dirigir la segunda final en el Monumental.