Tan pronto Raphael Claus pitó el final en Macul, Arturo Vidal se puso manos a la obra y comenzó a jugar en ese mismo instante la revancha contra River Plate: dijo a los micrófonos de ESPN que los millonarios rescataron “un empate de milagro” y, por si fuera poco, sacó de quicio a hinchas, jugadores y periodistas argentinos con lo siguiente: “Si nos ponemos a ver los títulos, tengo más que todos los de River”. Fue apenas el inicio. El “King”, a partir de entonces, no ha parado con los mensajes para calentar la previa y preparar a sus compañeros. Charló con Davoo Xeneize en un directo, y hace unas horas, mientras jugaba Call of Duty Warzone, aseguró a su audiencia que “estamos como leones” y les prometió “hacer un gol de cabecita”.

Para algunos, como Gonzalo Fouillioux, lo de Vidal forma parte de una vieja estrategia, “para asumir él toda la responsabilidad y decir ‘que me puteen a mí, pero liberamos al resto’”. Tiene sentido: el bicampeón de América maneja como ninguno esta clase de instancias y de seguro poco le afectarán los insultos que le puedan caer por hablar de más. No es la primera y no será la última en su rico historial.

Como sea, para ponerle todavía más picante al asunto, hace poquito Arturo Vidal reapareció en redes sociales, ya en Buenos Aires, agradeciendo un regalo de su amigo Gary Medel. En historias de Instagram subió un retrato suyo, sonriente, mientras posaba con el obsequio entre sus manos.

Y como no podía ser de otra forma, se trataba de la camiseta que el “Pitbull” luce actualmente en Boca Juniors, un cuadro con el que el volante se cansó de coquetear en el pasado, pero además, reconocido archirrival de River Plate. “Gracias, hermanito, por este hermoso regalo”, escribió el emblema albo y etiquetó a su brother in arms. Algo que, a pocas horas del encuentro, debe haber encendido la mecha de los fanas millonarios.

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