Nada mejor que un buena luma para enderezar el rumbo. Arturo Vidal lo sabe de sobra, porque después del reto que le dio el técnico Jupp Heynckes, el "Celia" anda derechito.
Tanto que ayer marcó otro gol, el tercero consecutivo, en el regreso al triunfo de Bayern Munich, que le ganó 3-1 al Hannover.
Los bávaros alargaron a seis puntos su ventaja en el tope de la liga. Pero, lo más importante, es que limpiaron esa escuálida imagen que dejaron la semana pasada en la derrota ante el Borussia Monchengladbach.
Y fue Vidal el que empezó la fiesta, a los 17', con un golpe de cabeza preciso que el fresco de Robert Lewandowski quería empujar en el área chica.
El mismo polaco se perdió un penal antes de que el equipo de Miiko Albornoz (entró a los 80') empatara antes del descanso.
En el segundo tiempo, el campeón sacó toda al artillería y cerró el triunfo con pepas de Kingsley Coman (67') y Lewandowski (87'), quien esta vez si que anotó el penal.
UN AÑO DURO
Después de la pichanga, Vidal habló hasta los codos en la zona mixta del estadio Allianz Arena.
"Estoy en mi mejor momento, físicamente me siento perfecto. No tengo ningún dolor, hace muchos años que no me sentía tan bien. Este último año ha sido bastante duro", dijo el talentoso volante.
Incluso, habló de la Roja y su renuncia con elástico: "Seguiré hasta el final, hasta que me dejen afuera. La otra vez tenía mucha rabia, pero ha ido pasando la pena por la eliminación".
Si hasta se refirió a las críticas de Carla Pardo, señora de Bravo: "No hemos conversado, porque no nos hemos juntado".