El futbolista brasileño se cita de nuevo en el centro de la polémica luego de su más reciente declaración para hacerle frente a las acusaciones en su contra.
Hace apenas algunos días, con exactitud el 17 de abril, Dani Alves volvió a personarse frente a la magistrada para aclarar su versión frente a las acusaciones de violación que pesan sobre su figura. Además de advertir que esta sería la definitiva, luego de presentar varias contradicciones en sus relatos anteriores, el futbolista brasileño volvió a sostener que todo lo que sucedió la noche del pasado 30 de diciembre en la discoteca Sutton fue consentido.
Allí, describió en relación a la joven que “noté su buena disposición por la manera cómo bailaba, cómo se acercaba a mí, cómo intercambiábamos posiciones”, de modo que “le dije de trasladar todo eso al baño. Me dijo que sí, que no había problema. Le dije que yo iba primero y que la esperaría dentro”.
Luego es cuando se presentan las brechas más grandes entre ambas versiones. Mientras la presunta víctima aseguró que el ex Barcelona la golpeó para luego violarla, él, en tanto, dijo que se besaron y luego ella incluso le practicó sexo oral. “Le pregunté dos veces si le estaba gustando y me dijo que sí”, agregó el brasileño.
Finalmente, y tal vez la frase que generó la polémica, fue la que pronunció sobre el cierre de su declaración: “Yo fui simplemente un cómplice de las ganas que ella tenía o de las ganas que tenía yo”.
Críticas de todo tipo
Las palabras de Alves sentaron mal en redes y en distintos medios de comunicación de España. Basta con darle una vuelta a su caso: hay quienes piden que, de ningún modo, se le otorgue la libertad condicional, mientras otros usuarios lisa y llanamente piden que “se pudra en la cárcel”.
Un ejemplo de lo mal que cayó su nueva versión fue la destacada conductora local María Patiño, quien citó la flamante declaración del futbolista y la definió certeramente: “Asco”.
De todos modos, “asco” parece ser el calificativo más suave que ha recibido el lateral derecho en las últimas horas. “Violador”, “ridículo” y “que se pudra en la cárcel”, según recoge Marca, son los comentarios que más se repiten. Cada vez son menos los que creen en la historia de Alves.
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