La selección chilena vuelve al recinto de Ñuñoa en una jornada clave por las Eliminatorias.
A comienzos de mes se encendieron las alarmas por el estado del pasto de la cancha del Estadio Nacional, ya que la noticia que circulaba era que el terreno se había visto afectado en la previa de los conciertos de Shakira. Pero la no realización de los eventos producto de un desnivel, ayudó a que el césped no sufriera mayores inconvenientes.
Considerando que Chile tiene agendado un partido ante Ecuador por las Eliminatorias este martes, el IND ya tenía agendada una resiembra del rectángulo. Ese fue el motivo de que tampoco aceptaron una reprogramación de los shows en esa misma semana, según informó La Tercera. El director del Instituto Nacional del Deporte, Israel Castro, señaló que “la cancha no estaba dañada”.
“Cuando se habla de daños, se refiere a hundimientos u otra consecuencia que exija un trabajo en la estructura. Si el césped pierde color, no se considera daño, es una situación normal que ocurre cuando se cubre, pues afectan superficialmente al pasto. En el caso de la cancha de fútbol, entendemos por daño a una consecuencia que afecte el juego, ponga en riesgo a los jugadores o, derechamente inhabilite el campo de juego. Nada de eso ha ocurrido en los últimos dos años tras un concierto”, detalló la autoridad.
Cancha en estado óptimo
A partir del 5 de marzo comenzaron los trabajos intensos en la cancha, realizando en el césped un corte vertical cruzado, para dar paso a un proceso de aireación con sacabocados, a una profundidad de 19,15 centímetros.
Dos días después, se realizó la siembra de mil kilos de semillas de la especie Rye Grass, para épocas de frías y que reemplazó a la Bermuda, propia de climas cálidos, según detalló el medio citado.
En la semana posterior entraron en un periodo de riego intenso, y en los últimos días, se reforzaron las zonas que necesitaban más césped y se aplicaron fungicidas.
“Siempre confiamos en el trabajo de nuestros equipos, porque han demostrado que la planificación está bien diseñada. El año pasado la cancha siempre terminó en buenas condiciones para jugar después de los conciertos; solo hubo decoloraciones que no fueron invasivas y no afectaron la estructura del campo de juego. Porque el color no determina si una cancha está buena o mala; son otros los criterios, como el rodado del balón, el bote, densidad y la humedad... La estética es importante, pero no entra en el criterio de evaluar si una cancha está bien o mal para jugar”, comentó Israel Castro.
A contar del próximo mes la cancha del Estadio Nacional será sometida un radical cambio, pasando de estar constituida totalmente de pasto natural, a un híbrido con pasto sintético. Los trabajos comenzarán entre el 20 o 21 de abril, cuando se instale un 5% de césped artificial de forma homogénea.
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