“Nunca hubo una confesión de un árbitro activo reconociendo que hizo trampa por presiones de sus jefes”, apuntó el periodista.
Impacto generaron en el mundo del fútbol los audios revelados por radio ADN y que dan cuenta de una confesión del árbitro Francisco Gilabert: hubo presiones para que cobrara un penal.
En los registros, el juez apunta a lo ocurrido en el segundo tiempo del duelo de promoción entre Huachipato y Copiapó.
En el partido disputado en el CAP de Talcahuano, el juez cobró una infracción en el área de Diego García contra Walter Mazzanti. Sin embargo, nunca estuvo convencido de hacerlo.
“Cobré el penal entendiendo que podía no ser penal, porque me la jugué y vi desde atrás que lo tocaba en el tobillo. Caché que me iba a llamar el VAR. Listo, me llama el VAR, veo que no es penal, voy a salir con tiro de esquina”, contó Gilabert.
Acto seguido, frente a la pantalla de revisión, vino el posible chanchullo: “Me dicen ‘Francisco, un momento, analiza la camiseta’. Veo un jalón de camiseta pero dije ‘me parece una acción de juego, voy con tiro de esquina’. Y me dicen ‘Francisco, por favor, analiza la camiseta’, y yo ‘¿qué?’ y ahí entendí que había algo raro. Y me fui con esa sensación de cobrar una hue... que no era”, añadió el árbitro.
Sin filtro, el pito añadió: “El VAR violó todos los protocolos. Fue un diálogo muy trucho. De seguro van a liberar los audios, ojalá que se vea porque se siente esa hue.... Porque al principio yo tenía listo el tiro de esquina, y me hacen detenerme, ‘Francisco, ve la camiseta’. Y ahí cagó todo”.
Al tanto de esta grave denuncia que se da a conocer en medio de la paralización de los árbitro del fútbol chileno, el periodista deportivo Felipe Bianchi destacó la revelación.
“Los audios del juez FIFA Gilabert liberados hoy por radio ADN son terminales. Terminales. Acusa que fue obligado a arreglar el resultado del partido de Huachipato-Copiapó por el Comité de Árbitros. Terrible y decidor testimonio. Así no se puede seguir y punto”, escribió el comunicador en su cuenta de Twitter.
Además, destacó que “nunca antes, desde el interior del arbitraje, se había reconocido algo así. Muchas veces hubo denuncias de jugadores, de técnicos o periodistas. Pero nunca una confesión de un arbitro activo reconociendo que hizo trampa por presiones de sus jefes. La cueca en pelota. Definitivo y final”.
“Qué orgullo cuando los medios gracias al buen periodismo (serio, libre, de investigación, valiente) es capaz de desenmascarar, de nuevo, una vez más, la basura que sigue habiendo en el fútbol chileno”, cerró.