Antes de partir de vacaciones, Pablo Guede dejó en el escritorio del presidente de Colo Colo, Aníbal Mosa, una lista con las prioridades de refuerzos que necesita para el 2018.
Y la misión para la dirigencia no es simple. Un arquero, un defensa central, un volante por derecha y un delantero es lo que quiere el estratega para su equipo. Así que en el Monumental deberán definitivamente romper el chanchito.
El arquero ya es tema solucionado (ver nota secundaria), pero para conseguir el resto hay que ir a la pelea y para ello en Macul ya se pusieron en campaña, al menos en el mercado local.
La primera "tentación" para los albos es el volante diestro Bryan Carrasco. Goleador del torneo de Transición que parece decidido a dejar las filas de Audax Italiano.
"Tengo ofrecimientos desde México y Europa. Por ahora esa es mi prioridad, ya que mi gran meta es volver a estar en la Selección", comentó el "Velociráptor" en Radio ADN.
FAMILIA COLOCOLINA
Sobre las intenciones que tiene Cacique en sus servicios, el audino admitió que "si se da, bien. Me pondría contento poder tener esa posibilidad. Me encantaría, es un equipo grande. Pese a que yo soy hincha de Audax, toda mi familia es del Colo", confesó el volante que ya tuvo un paso por el Udinese de Italia y el Dinamo Zagreb croata.
Con "Velociráptor" ya en carpeta, la grúa colocolina se traslada a Santa Laura. Allí el argentino-chileno Ramiro González es el central que el DT que cree en la ruda quiere para su equipo.
Si bien el "Puto Amo" está satisfecho con la labor que cumplió a lo largo del año el murallón integrado por Julio Barroso, Matías Zaldivia y Fernando Meza. Una alternativa en el banco para afrontar la Copa Libertadores es lo que se le pidió a la dirigencia.
A los nombres mencionados, hay que agregar los de Matías Fernández. El "Mimo" podría ser la gran carta de Colo Colo de cara a 2018. También, Lucas Barrios, delantero del Gremio de Porto Alegre.
Además, ayer en redes sociales Jorge Valdivia fue directo con Carlos Carmona y le escribió "vente al más grande". El humo aguanta todo.