“Aún no he podido ni insultarlo…”: Joana Sanz revela cómo son sus visitas a Dani Alves en la cárcel

Joana Sanz y Dani Alves, celebrando. La modelo explicó cómo es su relación actualmente. Foto: EFE.

La modelo, actual mujer del futbolista brasileño —mientras no firmen el divorcio—, concedió una extensa entrevista donde habló con el corazón abierto acerca de su relación con Alves, de cómo sintió la traición y sus temas pendientes. Explicó, por ejemplo, por qué sigue yendo a visitarlo cada vez que puede a la cárcel.

Joana Sanz —30 años, destacada modelo, oriunda de Tenerife, España, parte del reparto de Un largo camino (2014), película de Manuel Portillo— a pesar de todo, aunque ha aclarado en redes sociales y en alguna entrevista que ya no están juntos, que se sintió traicionada, que se trata de algo que no puede perdonar, es todavía la esposa de Dani Alves. Al menos legalmente: aún no firma los papeles de divorcio, y cada cierto tiempo toma sus cosas y pone rumbo a Brians II, cárcel emplazada en Cataluña donde el futbolista brasileño lleva encerrado poco más de cuatro meses, para no dejarlo del todo solo.

En tiempos de excusas de todo tipo, ella prefiere hablar con sinceridad y no cortarse si se trata de hablar sobre el lateral derecho. “Creo en su inocencia y espero no equivocarme. Conociéndolo, puedo decir que Dani no es una mala persona”, sostuvo firme, a modo de ejemplo, en las últimas horas, en una entrevista íntima que concedió a Vanitatis y que por estas horas acapara las portadas en España.

Allí, aclaró que aunque “ha metido la pata con nuestro matrimonio, hasta el fondo”, cree que “él nunca hubiera hecho eso siendo consciente de que podía perderlo todo”, en relación a las acusaciones de violación que pesan sobre Alves. Es más, consultada por las distintas versiones que dio el jugador frente a los jueces en estos cuatro meses y que complican su escenario, la modelo lo tiene claro: “Pienso que lo hizo por mí, por no darme otro palo. Cuando entró en prisión, hacía una semana que mi madre se había muerto y supongo que no quería hacerme sufrir más”.

Más adelante, Sanz explicó lo que muchos querían saber: por qué, a sabiendas de que por lo menos el brasileño le fue infiel, siguen juntos en lo legal. O por qué lo sigue visitando:

“Dani y yo tenemos una conversación pendiente porque ha roto unos valores que yo considero que son los que mantienen un matrimonio: el respeto y la confianza. Pero, pese a todo esto, seguiré estando ahí porque Dani es mi familia”.

Cómo son sus visitas en la cárcel

Palabras más palabras menos, Joana Sanz resolvió seguir acompañando al exfutbolista del Barça y la selección de Brasil, porque él estuvo para ella en varios de los momentos más difíciles de su vida. Por ejemplo, el día que falleció su madre. Es extenderle una mano, aun cuando su romance se haya terminado. Ella, en todo caso, reconoce que no va muy seguido, que a la cárcel de Brians II se dirige cuando su trabajo como modelo se lo permite y le cuadran los tiempos con su estancia en Barcelona.

¿Y cómo son habitualmente esas visitas? La modelo lo detalló todo:

“Lo veo a través de un cristal y hablamos a través de un teléfono. No estamos solos. Son cabinas transparentes en las que, a los lados, tienes más personas que, si hablas un poco alto, te escuchan. Por eso me resulta tan violento y por eso aún no hemos podido hablar de las cosas serias que nos afectan”.

A continuación, entre risas, soltó: “Aún no he podido ni insultarlo”.

Finalmente, Sanz confirmó que pese a no estar presencialmente, habla con él todos los días por teléfono: “Necesito saber cómo está. Si ha comido, si duerme, si hace ejercicio…”.

“Necesito saber que anímicamente está bien, para yo estar tranquila”.

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