La baja de hasta un 80% en ventas en el sector tuerca obligó a empresas a aplicar medidas como exhibir y probar vehículos sanitizados.
Desde que se dejó caer en Chile, el odioso coronavirus no ha dejado títere con cabeza. Y el mercado motor no ha sido la excepción, ya que según informó el pasado martes la ANAC (Asociación Nacional Automotriz de Chile) hubo una caída histórica y dolorosa de 72,8% en ventas.
Con esa lápida, los patrones del área automora han debido reiventarse con nuevas medidas para salir a flote, espantar el miedo en los clientes y, sobre todo, ganarse la confianza con máquinas total y absolutamente higienizadas.
"Empezamos a funcionar con el famoso teletrabajo y a ofrecer otro tipo de cosas, como ir a mostrarle el auto a un cliente en una grúa y llevar el vehículo sanitizado. La persona lo revisaba y, si le gustaba, empezábamos el proceso de crédito y esas cosas", comenta Cristián Aguirre, jefe de la sucursal Independencia en Aventura Motors.
Así, y con un 70% menos en las ventas, desde la empresa tuerca indican que "la entrega podía ser en su lugar de trabajo o la casa, eso le da satisfacción al cliente. El vendedor con su mascarilla le genera una emoción distinta, además el auto llega sanitizado con Airlife".
Por otra parte, en la Automotora Irarrázabal también han debido batallar para sacar adelante sus tres locales en Santiago, donde asumen que pese a tomar estrictas medidas de higiene el público de la industria automotora, claramente, está en otra.
"Es el peor momento que se puede vivir, estamos sin público y con una sucursal cerrada por cuarentena. Hasta un 80% han bajado las ventas, la gente está asustada. Hay empresas que le ha ido mejor porque manejan los autos comerciales para delivery, pero aunque sanitizamos todo, está complicado", cerró Patricio López, dueño de la Automotora Irarrázabal.
