Era un secreto a voces. Más teniendo en cuenta cómo se construyó la historia desde su presentación en el Royal Rumble, otro de los denominados grandes, el pasado 31 de enero.

Esa noche, Bad Bunny no solo interpretó en vivo su canción "Booker-T" acompañado por el excampeón mundial homónimo; también cumplió otro de sus sueños: trepó hasta la tercera cuerda para lanzarse contra The Miz y John Morrison en medio de la "batalla real". Fue su "debut" en el ring de la WWE y el germen de la buena nueva.

https://youtu.be/NR-Zx6TBnAY

Porque, contrario a lo que ha sucedido en otras oportunidades en la compañía que comanda Vince McMahon donde los artistas suelen limitarse a un par de cameos, el Conejo Malo siguió apareciendo en pantalla. Luego fue en RAW, el estelar de cada lunes, encarándose precisamente con The Miz, uno de los excampeones de la empresa, y también ayudando a su compatriota Damien Priest.

Es más, en la edición del 15 de febrero, consiguió el campeonato 24/7:

https://twitter.com/WWE/status/1361491494046171138

Las dimes y diretes entre el artista y The Miz continuaron hasta que el luchador lo retó a una lucha de cara a la denominada "vitrina de los inmortales", Wrestlemania, el evento más importante que ofrece la WWE y que este 2021, por segundo año consecutivo, se llevará a cabo en dos noches, sábado 10 y domingo 11 de abril, en el Raymond James Stadium de Tampa.

Anoche, en la última edición de RAW, Bad Bunny irrumpió en el cuadrilátero y destruyó una guitarra contra la espalda del luchador. Durante su retirada, micrófono en mano, aceptó finalmente el reto.

Así se confirmaron las especulaciones de estos últimos meses: comenzando febrero, el medio especializado PWInsider, consignó que se pudo ver al trapstar al interior de las instalaciones del WWE Performance Center en Orlando, Florida, entrenándose de cara a una posible lucha.