Avión de AeroDesierto, con 102 personas a bordo, se incendió pues un conejo habría entrado a una turbina y casi choca con el edificio del Aeropuerto de Santiago.
La cosa fue más o menos así. 102 forofos de la Roja estaban listos para irse con el papel picado, cornetas y la estrella solitaria en el pecho a alentar al equipo de Rueda en el partido ante Ecuador, que ayer se jugó en Salvador de Bahía.
Fueron citados a las 9 de la noche del jueves para embarcarse rumbo a la tierra de Pelé.
Al rato se subieron al chárter de la empresa AeroDesierto y ahí comenzó la pesadilla. "A las 12 teníamos que despegar, estábamos arriba esperando, pasaban los minutos y nadie entendía por qué no salíamos, estuvimos cerca una hora dando vuelta por la pista hasta que nos dijeron que por un problema de comunicación por culpa de la neblina no pudimos despegar", contó a La Cuarta Leonel Llanos, uno de los pasajeros que aún tirita.
El susto por Bad Bunny
Tuvieron que ser evacuados y horas más tarde otra vez fueron a la carga de Brasil, sin pensar en lo que se venía. "El piloto intenta hacer un segundo despegue. Toma la recta a toda velocidad, unos 200 kilómetros. En eso sentimos que la turbina explota y comienza a incendiarse, el piloto intentaba frenar, pero no podía. El avión se llenó de humo, la gente gritó, hubo mucho olor a quemado y miedo de morir hasta que pudo frenar en seco", aseguró.
- ¿Y qué pasaba si no frenaba? Nos íbamos secos a la torre del aeropuerto, estuvimos sólo a unos metros de chocar con ellos, aunque lo más insólito fue la respuesta que dio el piloto. Por los parlantes anunció que un conejo se había metido en la turbina y dejó la embarrada, la verdad es que a nosotros nos quedan muchas dudas.
Entre los hinchas que iban estaban quienes ganaron concursos de una empresa automotora, otra de combustibles y los que compraron un paquete de la agencia turística Journey, que tampoco ha respondido ante los hechos.
"La verdad nadie se comunicó con nosotros, sólo fue el gerente de AereoDesierto, pero sin ninguna solución concreta. Yo pagué $990.000 por los dos partidos, perdí las reservas del hotel y otras cosas, pero por lo menos estoy con vida, porque creo que todos los que estuvimos ahí creímos que íbamos a morir".
- Pese a lo sucedido, ¿irás a Brasil igual? Por un buen tiempo no quiero subirme a ningún avión. Aún estoy procesando todo lo que me pasó, tengo dos hijos chicos que pudieron quedar solos por una tontera. Siempre que puedo viajo a alentar a la selección, pero ahora tendrá que esperar.
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