En tiempos de encuevamiento mundial por el coronavirus, hasta el "Pitbull" Medel está tiritón y cerró la puerta de su casa. Pero también hay otros deportes que siguen con vida, y uno de ellos es la hípica, que tiene a un chileno rompiéndola lejos de nuestras fronteras.

Se trata de Héctor Isaac Berríos, el capo jinete criollo que se radicó en Gringolandia para cumplir el sueño americano, donde en su carrera suma más de 2 mil triunfos. Por lo mismo, Tito hizo noticia por ser uno de los pocos chilenos que hacen patria compitiendo en tiempos del brote, galopando esta semana en el Gulfstream Park, famoso recinto de carreras en Miami, Florida.

¿Cómo han sido las carreras con el bicho rondando? Roberto San Miguel, yunta y asesor de Berríos en la hípica, cuenta que "está muy feliz allá junto a su familia y sigue peleando frente a los mejores del mundo, aunque es medio porfiado con el inglés ja, ja. Ahora se corre en pocos estados del país, y en Miami se toman todas las medidas de sanitización ante de correr: químicos en salas de jinetes, paseos y corrales , aunque hace dos semanas están sin público".

"Los gringos son de protocolos serios, si corre es porque hay control, les miden la temperatura antes y hay autocuidado, sobre todo de Héctor, que es súper responsable, piola y apegado a sus hijos", dice el capo del galope y director de TVTurf Móvil.

En la pitilla

Si el "Fenómeno" la rompe con su talento y humildad en "Yuesei", acá en Chile la cosa está complicada para la industria hípica, donde el rubro corre riesgo hasta de irse a las pailas.

"La repercusión de parar acá es muy grande. Hay trabajadores que cobran por día y hay familias completas atrás, no sólo los que corren. Somos exportadores de caballos a Europa y EE.UU., y eso se puede perder en estos dos meses. Lo mismo el Teletrak, funciona por Internet, pero el público adulto mayor no prende con las carreras gringas sin asesoría. La demanda bajó un 90%", concluyó San Miguel.

Jinetes lloran por volver a la pista

Con la cuarentena total para siete comunas de la capital, el Club Hípico (Santiago) y el Hipódromo (Independencia) cerraron sus puertas, por lo que la familia del galope se quedó sin acción. Elías Toledo, presidente del Sindicato de Jinetes Deportistas, señala que "es complejo porque no tenemos ingresos fijos. Los caballos necesitan training, si no se mueren sin pistas. Estamos sufriendo, ojalá podamos volver apenas se levante la cuarentena".