El cuadro verdiblanco se ilusionaba con llegar a la instancia de penales tras haber igualado la serie en el tiempo reglamentario. Pero en la última de la prórroga, un error del golero que compite con Bravo propició su eliminación.
Al filo de los 90 minutos, con tanto de Borja Iglesias, el Betis de Manuel Pellegrini silenció por completo el Deutsche Bank Park alemán, igualó el marcador global y estiró hasta la prórroga la llave contra el Eintracht Frankfurt, que se había adelantado en la idea por 2 a 1.
Así las cosas, todo parecía indicar que la continuidad del sueño europeo que comandaba el técnico nacional se definiría en penales. Pero no: en la última del partido, cuando el reloj marcaba 120 minutos y unos pocos segundos, luego de un tiro libre servido desde la banda izquierda, se acabó la ilusión…
El servicio de Kostic encontró la débil respuesta —un horror— del golero portugués Rui Silva, habitual suplente del capitán de La Roja Claudio Bravo, quien salió a acortar pero no estuvo seguro y, para su desgracia, el balón rebotó en su compañero de equipo, el argentino Guido Rodríguez, provocando un autogol y el adiós.
De este modo, de la peor manera posible, cuando quedaba apenas nada para llegar a la instancia de los doce pasos, el Betis de Manuel Pellegrini quedó al margen del gran objetivo de la temporada: seguir avanzando en la Europe League. Sus vecinos, dicho sea de paso, Sevilla, actual monarca de la competencia, también se quedó en el camino tras caer ante el West Ham United.