Aunque los dos futbolistas llegaron como figuras, aparentemente se irán por la puerta de atrás.
Ambos llegaron para asumir el papel de protagonistas en Alemania. Normal si hablamos de Sadio Mané, balón de plata en 2022, figura determinante de un Liverpool que peleó todo la anterior campaña y que inclusive aún parece resentir su partida. En tanto, en el caso de João Cancelo, si bien diferente —dejó el Manchester City luego de una discusión sin arreglo con Pep Guardiola—, las expectativas igualmente eran altísimas.
Pero el fútbol es especial por esta clase de situaciones: aunque parecían fichajes calados, capaces de asentarse en cualquier club de la élite, tanto el senegalés como el de Portugal no lo consiguieron en el Bayern Múnich.
Los bávaros, aunque lideran la Bundesliga a poco del final, no cumplieron los objetivos que se trazaron a comienzos de temporada, se despidieron prematuramente de la Champions League, motivo por el que cesaron a Julian Nagelsmann en el ecuador del ciclo y ahora los siguientes, afirman medios locales, serán ellos.
Es parte de la revolución que acarrea una exigencia tan grande como la del Bayern Múnich…
Decepcionantes
Sadio Mané cargaba el cartel de máxima estrella como consecuencia de seis temporadas en Liverpool con números escandalosos. Dicen, lo sondeó el Real Madrid, Barcelona y algún grande de la Premier. Pero el que tomó la delantera finalmente fue el Bayern Múnich: le prometieron un proyecto deportivo difícil de rechazar como punta de lanza en desmedro del recién transferido Robert Lewandowski.
Su protagonismo, sin embargo, se diluyó con el tiempo. No ha podido replicar la contundencia que exhibió en Anfield, y mucho menos reemplazar al nueve polaco.
Pero tal vez lo más terrible de su paso por Múnich guarda relación con la mediática pelea que tuvo con su compañero Leroy Sané, al que agredió luego del 0 a 3 en contra en la ida de los cuartos de final de la Champions League ante el Manchester City. Sin saberse demasiados detalles, el golpe que le propinó es causal de su salida… sin vuelta atrás.
El caso de Cancelo es más simple: el portugués arribó inesperadamente en el mercado de invierno a préstamo desde los ciudadanos, pero más allá de que ha sumado más minutaje con la llegada al banquillo de Thomas Tuchel, la opción de compra de 70 millones de euros resulta inviable.
En el caso de Mané, el Chelsea pondría el dinero que fuese necesario para sacarlo de Alemania. También, según recoge Marca, lo desea el Nápoli. Mientras, João Cancelo deberá buscar un nuevo club, porque el Manchester City, mientras siga Guardiola, no es opción.
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