El ex técnico de Colo Colo asumió las culpas y reconoció que al recordar la polémica frase "me siento como un estúpido".
En pleno desarrollo de Rusia 2018, Claudio Borghi barrió el piso con Jorge Sampaoli, quien prometía conquistar el mundial al mando de la selección de Argentina.
"En mi barrio le diríamos chancho arriba del árbol, porque nadie sabe cómo llegó tan alto. Lo admiro, porque de donde salió, a dónde llegó, y cómo lo hizo, hay que ser muy inteligente", lanzó el Bichi contra el casildense por las pantallas de TyC Sports. Pero eso no fue todo ya que además trató de "mongólico" al ex estratega de la "U", lo que encendió aún más la polémica.
Pero tras lo ocurrido, el Bichi reflexionó por sus dichos y pidió disculpas por el mismo canal argentino en el programa Líbero. Aunque el campeón del mundo del 86 lo hizo nuevamente con su fiel estilo.
"Ahí me equivoqué. Yo no soy de ofender a la gente. Se me escaparon dos frases feas. Después las leo y me siento un estúpido. No puedo faltar el respeto así a los chanchos", lanzó.
"Es un tipo inteligente. Ha llegado a un lugar impensado, a pesar de que los métodos no son los correctos. Pero muchos van a hacer lo que hizo Sampaoli: pisar huevos y enojar a la gallina, y si la gallina no dice nada, saltarla", volvió a repasar al casildense.
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Sobre la misma, Borghi entregó detalles de su salida de la Roja, donde confesó que más de alguno le aserruchó el piso. "Llegar a lugares en la forma no adecuada. Hay cosas que no se hacen. Él me aserruchó el piso entre otros. Había un dirigente de su club (Universidad de Chile) quería también un cupo en la Federación. Cuando aprenda a escribir haré un libro".
Por último, y para hacer las paces de una vez, le preguntaron sobre si saludaría a Sampaoli. "Yo saludo a todo el mundo. Ojalá él entiendo que no es bueno saludarme porque la reacción puede ser fea", remató con una nueva perlita.
Las locuras del "King"
En la entrevista el Bichi contestó que "le teme a la muerte" y que no ocupa perfumes porque "no tiene olor".
Pero lo más llamativo fue al contestar qué ha sido lo más loco que le vio hacer a Arturo Vidal. "Cuando se compró un Lamborghini. Le pregunté cuántas veces lo ocupaba a la semana y me dijo una. Afortunadamente lo vendió y se compró una Ferrari. Aunque después lo hizo mierda", cerró.
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