“Estoy enfocado en revertir toda esta situación. Intentando, en estos últimos tres meses, volver a ser convocado”, señaló el futbolista chileno detallando sus difíciles días luego de ser expulsado y que el club fuera eliminado de la Copa Libertadores.
El futbolista chileno Eduardo Vargas llamó la atención de la prensa tras confesarse y revelar que sufrió depresión tras su expulsión en la eliminación del Atlético Mineiro ante Palmeiras en la Copa Libertadores.
A través de una conversación con GloboEsporte “Turboman” alzó la voz sobre los duros días que enfrentó tras una lluvia de críticas por su desempeño en la cancha.
“Esto nunca me ha pasado. Ni en Gremio, en 2013, ni en ningún otro equipo. Muy difícil de creer lo que pasó. Pero respeto a la multitud. La gente tiene que ser acusada. Así que después de que me cobraron, respondí. Estoy en mi derecho de contestar algunas cosas. Pero luego me sentí molesto. Porque, como te dije, esto nunca me ha pasado. Estoy en una mala etapa, pero por eso ya le he pedido disculpas a mis compañeros, a mi entrenador”, señaló.
“Nunca tuve ese miedo. Siempre voy con un amigo al centro de entrenamiento porque me ayuda mucho. Entonces le dije que se fuera solo, porque tengo que afrontarlo. Si tengo que enfrentar a alguien, lo haré solo. Descubrimos que se iban a manifestar. Así que fui solo, me detuve, hablé un poco. Se manifestaron, yo acepté. Y, tranquilo... Yo nunca tuve miedo de que me pegaran”, afirmó Vargas respecto a las reacciones de los fanáticos del club.
“Caí en depresión”
“Me sentí como el patito feo. No quería hacer nada, no tenía mucho, me sentía incómodo, nervioso... pero luego me dijeron que me iban a castigar. Después me llamó Rodrigo para decirme que no iría al partido”, expresó el chileno revelando qué pasó tras recibir la tarjeta roja y luego de enfrentarse al árbitro.
“Después de la expulsión, caí en depresión. Sentí que no quería nada. No quería salir a la calle, no quería ir al supermercado. Incluso mis hijos vinieron el fin de semana. Nos alojamos aquí con mis amigos, sus hijos. Salimos aquí al patio de recreo y podría haberlos llevado al centro comercial. En cualquier lugar para que ellos disfruten. Pero no me apetecía, porque sabía que quizás el Atlético, el hincha, me miraría de otra manera”, reveló Edu Vargas.
“Estoy enfocado en revertir toda esta situación. Intentando, en estos últimos tres meses, volver a ser convocado y mostrando toda la voluntad que tengo para cambiar la situación. Y luego ellos dirán si estoy bien. Si me quieren, me quedo”, afirmó.
“Creo que me relajé. ¿Cómo puedo explicar? Me sentí cómodo. Si me fue mal en un juego, tampoco me sentí como el año pasado cuando me fue igual. El año pasado si jugué mal o no metí un gol, lo di todo en la semana, me cuidé, comí bien. Ahora también comencé a comer bien para estar en el estado físico ideal que tenía”, agregó sorprendiendo con sus dichos.