El campeón del mundo se la sufrió toda contra una sorprendente Islandia

Francia consiguió una igualdad sobre el final para salvar su honor.

Ganarle al campeón del mundo es un momento épico para cualquier selección. En Chile lo vivimos hace algunos años, cuando el 2001 en el Estadio Nacional derrotamos a Francia por 2-1, para la despedida de Iván Zamorano, o más recientemente a España, en el Mundial del 2014, en el mismísimo Maracaná.

Por lo mismo, los islandeses ya estaban armando un carnaval, cuando el reloj marcaba el minuto 85 y derrotaban por 2-0 a los galeses.

Sin embargo, ya estaba en cancha Kylian Mbappé (había ingresado a los 59' por Florian Thauvin) y los vikingos sucumbieron ante el talento del joven de 19 años.

El delantero del PSG armó una jugada de fantasía en la banda derecha y su remate terminó dando en el cuerpo de Hólmar Örn Eyjólfsson, el cual hizo ingresar la pelota en su propio arco.

Era el descuento para los monarcas de Rusia 2018 y la motivación necesaria para que se fueran con todo en busca de la igualdad. La misma que llegó a través de un penal (mano en el área de Islandia) que fue ejecutado de manera magistral por Mbappé.

Y todos pensaban que el amistoso terminaba ahí, pero el ariete de origenes africanos quería la victoria y parecía que se quedaba con ella, cuando comenzó a apilar rivales en el útimo suspiro.

Sin embargo, Albert Gudmundsson no quiso quedarse sin pan ni pedazo y lo bajó de una patada que merecía tarjeta roja, pero que el arbitro sólo sancionó con tarjeta amarilla. Pequeña polémica que no empañó el gran duelo vivido.

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