Sebastián Pereira se unió a la delegación de Everton pese al drama familiar y fue la figura ante Iquique. "Le mando un besito al cielo, sé que estuvo conmigo en la cancha", indicó el joven viñamarino.
La fecha pasada Sebastián Pereira jugó su primer partido en Primera División, y sólo días más tarde, su padre, Vicente, murió en la ciudad de Viña del Mar.
El jueves en su cuenta oficial de Twitter, Everton informaba la triste noticia que afectaba al canterano, quien luego de despedir a su taita, se sumó a la delegación ruletera que se trasladaba hasta Iquique para enfrentar a los "Dragones".
El joven zaguero de 20 años no lo dudó, ayer fue titular en el norte y se consagró como la figura del partido luego del empate 0-0 que dejó a los de Viña un poquito más lejos de los puestos de descenso.
"Había que levantarse, fue una semana dura, sobre todo para mi mamá, mi abuela y mis hermanos, pero estoy convencido de que mi padre estuvo hoy (ayer) conmigo en la cancha. Le mando un besito al cielo", dijo Pereira en conversación con el CDF.
Y su actitud no sólo emocionó a sus compañeros, sino también al iquiqueño Óscar Salinas, quien si bien se negó a entregar la tarjeta que acreditaba al canterano como el mejor de la cancha, dijo que "admiro a Sebastián. Somos rivales, pero más que eso somos personas. Mi papá también partió hace unos años", finalizó entre lágrimas.