En la previa del partido más importante en su carrera, nadie podría culparse al sueco Andreas Granqvist el estar con la cabeza en otra parte.
Justo cuando su selección esta mañana se juegue su paso a los cuartos de final frente a Suiza, la mujer del zaguero estará dando a luz a su primer hijo.
"Mi esposa (Sophie) va muy bien. Por ahora no hay cambio de planes", dijo el capitán sueco, quien agregó que "tendremos que esperar y ver qué pasa. Estoy completamente concentrado en el partido de mañana (hoy) y mi esposa es muy fuerte".
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El DT del equipo, Janne Andersson, fue consultaso sobre un permiso especial para el jugador, situación que descartó de plano comentando que "lidiaremos con eso cuando llegue el momento".
Curiosamente el suizo Breel Embolo vivió una situación a la de Granqvist, pero como aún faltaban un par de días para el partido, su entrenador lo autorizó a viajar para viver el nacimiento de su segundo hijo.
La misma experiencia tuvieron que vivir durante el Mundial de Rusia el danés Jonas Knudsen, volante al que sus propios compañeros le pagaron un avión privado para que asistiera al parto de señora en Copenhague, y el centrocampista inglés Fabian Delph, quien tras el duelo con Bélgica se trasladó hasta Londres para conocer a su primogénito recién llegado al mundo.
Con el nuevo papá del equipo, Andreas Granqvist, Suecia intentará alcanzar los cuartos de final, instancia a la que ya han llegado en cinco oportunidades.
La última vez que los vikingos asomaron tan arriba en una Copa del Mundo fue en Estados Unidos 1994, mientras que los suizos intentarán dar el golpe e inscribirse entre las ocho mejores selecciones del planeta, algo que no pasa desde 1954 cuando fueron locales.
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