La figura chilena del Sport Huancayo relata su rutina en los pasillos y escaleras de su hogar en Perú, donde echa mano a lo que tiene para entrenar. "Lo hago donde sea y los vecinos me apoyan", relata el ariete.
En tiempos del boom del teletrabajo y donde la pega sale igual, nuestros peloteros han improvisado como nunca para sudarla entrenando. Y claro, no todos tienen las hectáreas de patios en sus casas como las figuras europeas, por lo que han debido echar mano a lo que hay.
Es ahí donde aparece un viejo conocido criollo, que encuevado en Perú y lejos de su gente, prepara su regreso a lo Rocky en los pasillos de su edificio: se trata de Carlos Ross, la perla que alguna vez apadrinó Marcelo Bielsa como sparring, y que hoy la rompe en el Sport Huacayo.
El ex Audax sorprendió en redes sociales con su rutina de ejercicios en plenas escaleras y en las afueras de su depa, demostrando que todo es cancha. Y desde el Rímac, el segundo goleador del torneo peruano 2019 relata sus jornadas a La Cuarta.
"El cuerpo técnico nos da tareas diarias para mantener el estado físico. La azotea es bien amplia y sube gente a tomar aire, y para no estar con tantas personas entreno en los pasillos de mi departamento. Mi cuerpo es mi herramienta de trabajo y tengo que cumplir", dice la figura criolla en Perú.
- ¿No ha tenido reclamos de vecinos?
-En el piso donde vivo hay otra pareja y saben que juego fútbol, me apoyan y preguntan cuándo vuelve el torneo. Entreno como una hora donde sea, pasillo, azotea o estacionamiento.
- ¿Cómo está la cosa en Perú?
-Huancayo más controlado que Lima, se habla de que el 20 de junio volveríamos a entrenar y así jugar en julio. Es duro estar lejos de la familia.
-¿Y sacarse la espinita de triunfar en Chile?
-Me siento capacitado, cuando chico era el niño mimado e ir al extranjero me ayudó a madurar. Quiero demostrar lo que se dijo y no quedar como la eterna promesa del fútbol chileno.