Una tímida Católica se despidió de la Libertadores y ahora se podrá ocupar de lo local, como lo desea su técnico. Eso sí, va a la Sudamericana.
Católica partió perdiendo. Su técnico Gustavo Quinteros aseguró en la previa que la "prioridad" del club era el torneo nacional y no clasificar en la Libertadores.
Error que Gremio capitalizó muy bien, pues dejó atrás las tres derrotas cosechadas al hilo en el Brasileirao y se quitó la presión de ser local.
Fue así como en el primer tiempo del encuentro se vio a una UC timorata, sin ganas de quedarse con los tres puntos y cuidando más su arco que intentando doblegar la portería protegida por Paulo Victor.
Por lo tanto no extrañó que un largo pelotazo de Michel terminara en los pies de Alisson para la apertura de la cuenta (23').
El gesto de Quinteros, reclamando porque le habían ganado la espalda a su defensa, fue claro. No obstante, el café no estuvo cargado en el descanso.
Los estudiantiles no reaccionaron como sus hinchas esperaban y el dominador del partido seguía siendo el "Tricolor".
Tanto así, que a los 75', Juan Cornejo perdió la pelota en la salida y Leonardo lanzó un centro preciso para que Thaciano pusiera el 2-0 definitivo.
El primer objetivo del año para los de Las Condes quedaba truncado: No superó la fase de grupos de la Copa. Algo que parecía no importarle a Quinteros en la previa, pues insistió que lo suyo era la búsqueda del "bi" en nuestro país. ¿Lo bueno? Este lunes sabrá quien será su rival en la Sudamericana e imaginamos que irá por su revancha en el plano internacional.