Corría septiembre de 2011 y el equipo chileno de Copa Davis caía de forma inapelable ante Italia en el Court Central del Estadio Nacional, sentenciando su suerte en el repechaje y devolviendo al tenis nacional a la zona americana. Un golpe duro que evidenció la falta de recambio en un deporte que históricamente siempre nos dio alegrías.

Ocho años pasaron de esa vez y las sonrisas vuelven a aparecer. De la mano de Nico Jarry y Christian Garin, Chile dio el golpe a la cátedra y firmó su regreso al Grupo Mundial tras vencer a Austria, como visita en Salzburgo.

La jornada había comenzado temprano con la victoria de Nicolás Jarry sobre Dennis Novak, dejando la serie igualada 2-2 ante los europeos.

Con la esperanza intacta, el encargado de definir la suerte de nuestro país recaía nuevamente en Christian Garín, quien había perdido tres veces la definición del quinto punto, ante Ecuador (2013), Colombia (2017) y Argentina(2018) en series anteriores. Pero la presión esta vez no le pasó la cuenta al "Tanque".

La cábala de Massú

Con la necesidad de ganar, el Nico Massú apeló a todo para lograr la victoria. Cinco minutos antes del duelo, el capitán le pasó su camiseta roja a Garín, como traspasando esa garra que estaba escondida. Y dio resultado, ya que el "Tanque" se paró de igual a igual ante Jurij Rodionov(197°) y lo arrolló en la cancha de Salzburgo con un 6-2 y 6-1 en poco más de una hora y 15 minutos.

Tras abrochar la serie con un ace, el "Tanque" se tiró al piso de emoción. Luego, y tras un pique a lo Usain Bolt, llegó Massú a revolcarse en el suelo junto a él, rememorando aquellas celebraciones con Fernando González en los Juegos Olímpicos.

"Fue el partido de mi carrera, detrás de esto hay mucho sacrificio y lo demostramos", señaló emocionado Garin.