El arquero, que no tuvo mucha participación en el equipo inglés tras cortarse el tendón de Aquiles, se coronó campeón de la Premier League. De esta forma, el golero alzó su título número 18 e igualó la marca de Eduardo Vilches en el segundo lugar, como el chileno con más títulos en la historia.
Los inicios en el fútbol no fueron fáciles para Claudio Bravo. El arquero tuvo que soportar las dudas de los técnicos, donde incluso uno de ellos, en las inferiores de Colo Colo, le llegó a decir: ¡Si fuera por mí, te echo de Colo Colo!
El oriundo de Buin no se achicó ante la adversidad y se afirmó en su puesto. Bajo los tres palos, comenzaría a crecer su figura con títulos en Colo Colo, Barcelona y Manchester City. El golero también brilló con la selección, al ganar dos históricas Copas Américas, logros que lo transformaron en el mejor portero en la historia de Chile.
Su mentalidad ganadora es la clave de su éxito. Algo que queda claro cuando da entrevistas. "Siempre me ha tocado luchar, pelear, trabajar y creo que va a ser hasta el final lo mismo. Soy un convencido de mi trabajo, de mis condiciones, de lo que pienso a la hora de competir y querer mostrar", reveló en alguna ocasión el arquero, que es hijo ilustre de Buin.
Y ese deseo de ser el mejor es el que lo llevó a sobreponerse a una grave lesión, tras cortarse el tendón de Aquiles el año pasado, para disfrutar nuevamente de un título, luego de que su equipo se coronara campeón de la Premier League.
De esta forma, Bravo sumó su título número 18, e igualó la marca de Eduardo Vilches en el segundo lugar, como el chileno con más títulos en la historia.
Tras este nuevo logro, donde no tuvo mucha participación debido a la lesión que tuvo, Claudio se prepara para otro gran desafío: la Copa América de Brasil.
A la espera de la citación del técnico Rueda, el golero se prepara con todo para el certamen, ya que empezó a trabajar sin problemas en el equipo inglés.
"Pasé por otras posiciones, pero el mundo está lleno de miedosos. Generalmente, la que no está en el arco es gente miedosa, trata de hacer lo mismo que hace todo el mundo y no tiene mucha personalidad. El arquero es todo lo contrario. Es una persona de carácter diferente, que piensa y ve el fútbol de otra manera. A mí desde pequeño me gustaba por eso: quería ser diferente al resto, no pensaba como mis compañeros y tampoco me entretenía correr detrás de una pelota", indicó hace un tiempo.
Hoy, con esa misma actitud, y sin miedo, espera volver a brillar en el fútbol para seguir sumando títulos a su reinado futbolístico.
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