Ingresó a los 46' tras la lesión de Ederson en el arco del City. Tuvo responsabilidad en el empate de Atalanta y dejó a su equipo con 10 tras ver la roja.
Como una pesadilla, Claudio Bravo volvió a tener una horrible jornada en la Liga de Campeones. El arquero ingresó en el segundo tiempo, cuando el City mantenía la ventaja ante Atalanta, en Italia. Sin embargo, fue responsable directo de que los británicos no se llevaran el triunfo que les permitía avanzar a los octavos de final.
Y es que todo estaba controlado para los de Josep Guardiola en el estadio San Siro de Milán. Raheem Sterling había puesto en ventaja temprano a los "Citizens", a los 7 minutos, tras explotar los defectos de la zaga de los italianos que, a esa altura, no habían rescatado un solo punto en su debut en el torneo continental.
Un primer tiempo que pasó sin sobresaltos para los británicos que tampoco fueron capaces de aumentar las cifras ante el débil cuadro bergamasco. Incluso, Gabriel Jesús erró un penal a dos del descanso.
El horror de Claudio Bravo
La lesión del meta Ederson obligó al cambio urgente por el chileno Bravo. El de Viluco volvía a calzarse los guantes en la máxima competición después de año y medio, cuando atajó en el duelo de vuelta de los octavos de final de la versión '17-'18, derrota de 2-1 en Basilea, cuando Guardiola soltó a todos los suplentes tras ganar 4-0 en la ida.
Pero el regreso no pudo ser peor. Atalanta igualó el marcador, cuando el chileno llevaba menos de cuatro minutos en cancha y con evidente complicidad del chileno en el cabezazo de Mario Pasalic.
Fue sólo el inicio de una amarga jornada. Cuando restaban 9 en el reloj, la apurada salida fuera del área de Bravo terminó el atalantino Josip Ilicic en el suelo, situación que el juez bielorruso Alexey Kulbakov no dudó en marcar como falta y roja automática para el chileno, quien debió ser reemplazado por el jugador de campo Kyle Walker.
Jugada parecida a la del 19 de octubre de 2016, cuando el de Viluco vio la roja en Barcelona, tras cometer una mano fuera del área, en la fase grupal de la Champions. Días después, "Pep" lo sentó de la banca y nunca más volvió a tener regularidad en el City. Un castigo que de seguro será largo.