El histórico técnico nacional se mudó a Rancagua para pasar la pandemia. Desde la casa de su hija, donde lo atienden como rey, analiza el fútbol chilensis, como siempre, en su estilo directo y frontal.
"Voy a cumplir 79 años el próximo 14 de mayo, no me queda otra que cuidarme", dice Hernán "Clavito" Godoy desde la Región de O'Higgins. El entrenador dejó La Florida y está junto a su hija en Rancagua, donde asegura que "me atienden como rey, me cuidan. Estoy tranquilo, no me dejan salir, pero tengo que aguantar".
El 2018 tuvo su última experiencia profesional en San Marcos de Arica, donde lamentablemente perdió la categoría. "No pudimos salvar la serie, pero he tenido una hermosa carrera, más de 24 clubes y siempre he sido de una línea. Yo soy del fútbol que no tenía artimañas como ahora, donde no habían representantes que le hacían los equipos a los técnicos. Hoy en día todo son problemas", dice.
"Clavito" agrega que "en el fútbol de antes no estábamos preocupados de la plata, para ser titular uno tenía que romperse el lomo, ahora viene un argentino que no lo conoce nadie y hay que ponerlo de titular. Estamos invadidos de técnicos argentinos que no saben nada, que dicen que trabajaron con Bielsa o Sampaoli y los contratan, así no se puede avanzar".
Atento a todo
Godoy está pendiente de todo lo que sucede en el fútbol nacional, por eso analizó lo que pasó con Esteban Paredes y la dirigencia de Colo Colo, indicando que "se equivocaron las dos partes, no puede ser que no haya diálogo. Un jugador que gana 40 millones de pesos y le bajan el sueldo a 20 palos no puede alegar, cuando hay miles de chilenos que se quedaron sin trabajo por esta cosa, la gente lo ve como una burla".
- ¿Le tiene miedo al coronavirus?
Como todos, pero me cuidan muy bien. Yo soy hipertenso y diabético, me controlo periódicamente, tengo la memoria excelente, no estaré para hacer chilenas, pero acá sigo luchando.
- ¿Cómo siente que lo ve la gente?
Con un cariño tremendo. He viajado por todo Chile dictando clases para Anfa y siempre me tratan con afecto. En el fútbol también me he ganado el respeto, cuando entro a un camarín el jugador me cree, sé transmitirle lo quiero, mis enseñanzas de haber jugado contra Pelé cinco veces, de recorrer el mundo… Soy un agradecido.
En su estilo
- ¿Volverá al fútbol cuando esto pase?
Habrá que ver. He estado enfocado en mi escuela de fútbol en La Florida, siempre estoy ahí. Yo comencé como entrenador en la Escuela de Elías Figueroa, entonces me gusta estar en la cancha.
- ¿Ve los partidos del recuerdo?
Sí, sirve para que muchos jóvenes que creen que lo saben todo se den cuenta que antes el fútbol era fiesta, clásicos llenos, partidos con estadios repletos. Antes, el periodismo no eran tan 'amarillista' como ahora, se cubrían todos los partidos de Arica a Puerto Montt. Se extraña eso.
- ¿Sus ex pupilos lo siguen llamando?
Todos los días llama alguien diferente, eso quiere decir que dejé una huella. Siempre he sido de una sola línea, me siento reconocido, más en épocas como la que estamos viviendo.
- ¿Se considera anti extranjero?
No, pero el extranjero que viene a Chile tiene que ser bueno, bueno. Como antes que venían 2 ó 3, pero eran de calidad. Ahora vienen 5 y todos llegan a conocer Chile, me intentan comprar con un video de cinco jugadas buenas y los dirigentes le creen todo a los representantes.
