A cuatro días del estreno en la Copa Libertadores, programado para el próximo martes 27 a las 21:30 horas en el Estadio Monumental, Colo Colo dejó con un tiritón de pera a sus miles de hinchas al empatar frente a O'Higgins por 1 a 1, en calidad de local.
La mayor preocupación del lado albo de la fuerza tiene que ver con el pobre juego mostrado frente al Capo de Provincia. Un fútbol sin ideas que ya había mostrado ante Palestino en la fecha pasada y que lo pagó caro con un 2 a 1 a favor de los árabes. Ante los celestes no anduvieron mucho mejor.
Apelando al liderazgo de Jorge Valdivia, que partió como capitán, y dejando en la banca a emblemas como Jaime Valdés y Esteban Paredes, Pablo Guede no tuvo dominio del balón, no generó mayores ocasiones de gol y tampoco fue al ataque.
Ese letargo por parte del Cacique fue aprovechado de forma inteligente por los dirigidos de Gabriel Milito, que redoblaron la marca al "Mago", se anticiparon a Carlos Carmona y Claudio Baeza, y comenzaron a ganarle la espalda a Óscar Opazo, y así se fueron acercando cada vez más al arco de Agustín Orión.
Con lo justo
A los 34' y gracias a la presión alta de los celestes, Gabriel Suazo quiso salir jugando en vez de despejar y fue apurado por Alejandro Márquez, que no solo le quitó la pelota, además se la tocó a Nicolás Mazzola que fusiló al experimentado meta trasandino, anotando el 1 a 0 en favor del Celeste.
Un marcador que despertó al actual campeón chileno, que comenzó a meter garra y amor propio, con muy poco fútbol. Empujando y remando cayó un tiro libre a favor de Colo Colo, que Claudio Baeza tiró al ángulo derecho de Miguel Pinto, que se transformó en gato y la sacó acallando el grito de gol de las 24 mil almas que llegaron hasta el Monumental.
Para cambiar el trámite del partido y tener un mejor segundo tiempo, Guede se jugó todas sus cartas y mandó a la cancha a los "Blondon Boys", Paredes y Valdés.
Una fórmula que le fue funcionando lentamente, pasito a pasito, suave, suavecito, como el "Mago" bailando en el Festival con Luis Fonsi.
A los 75' fue el goleador colocolino el primero en avisar, con un zapatazo al travesaño. Y cuando quedaban diez minutos para la debacle, apareció Matías Zaldivia, quién aprovechó un error en la zaga rancagüina para meterse al área y engañar a Pinto, decretando así el empate a un gol.
Un marcador que deja un manto de dudas en el equipo de Guede, de cara al duelo con Atlético Nacional, en su estreno en la fase de grupos del torneo continental.
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