El equipo viajó ayer sin el lesionado Esteban Paredes y los albos creen en el milagro ante Palmeiras.
La derrota de la ida frente a Palmeiras (2-0 en el Monumental) representa una montaña enorme que Colo Colo debe escalar. El equipo viajó ayer a Sao Paulo para el partido de mañana y, pese a la dificultad de la clasificación, el deté Héctor Tapia mantiene la confianza.
"Vamos a ver cómo prepararemos este partido, considerando lo que significa la llave, los dos goles que debemos remontar y el rival que tenemos que superar. En la ida fue partido muy injusto, debió haber sido más estrecho, así es que creo que la llave no está cerrada", explicó.
Confianza
"Tenemos que hacerlo con la credibilidad en nuestro trabajo y en que lo podemos dar vuelta", agregó el entrenador de los albos en el aeropuerto Pudahuel, donde también se refirió a la ausencia de Esteban Paredes y a la derrota con los cruzados en San Carlos de Apoquindo.
"Está todo muy fresco todavía después del partido con Católica y las eventualidades posteriores como la lesión de Esteban (Paredes). Hay que reponerse rápidamente de lo que ocurrió el domingo y determinar qué equipo va a entrar a la cancha", aseguró el ex delantero, ilusionado con un milagro.
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