El cuartel donde está el brasileño alberga presos de alto perfil como políticos y policías acusados de corrupción, pero también narcotraficantes que podrían ser asesinados en una cárcel común.
El exastro mundial del fútbol, Ronaldinho Gaúcho, no ha perdido su gran sonrisa a pesar de estar recluido en un cuartel policial de las afueras de Asunción mientras enfrenta una investigación que podría castigarlo con hasta cinco años de prisión, dijo el lunes el jefe de la unidad que lo alberga.
Ronaldinho y su hermano Roberto de Assis Moreira fueron arrestados la noche del viernes en un hotel de la capital paraguaya, acusados de haber ingresado al país con pasaportes de contenido falso.
La detención dejó al descubierto una complicada trama en la que fiscales paraguayos investigan a varias personas involucradas en su visita al país por falsificación de documentos y otras irregularidades.
A pesar de sus tribulaciones, el director de la unidad en la que Ronaldinho y su hermano están presos dijo a Reuters que el exdelantero se muestra animado y las autoridades están tratando que su estancia "sea más llevadera".
"En líneas generales está muy bien, le veo con ánimo, como siempre se le suele ver en la tele, siempre está sonriendo", dijo el comisario Blas Vera en una entrevista telefónica.
El mejor jugador del mundo en 2004 y 2005 autografió balones y camisetas de fútbol el domingo, uno de los días de visita en la Agrupación Especializada.
Cuartel
El cuartel alberga presos de alto perfil como políticos y policías acusados de corrupción, pero también narcotraficantes que podrían ser asesinados en una cárcel común.
El exfutbolista brasileño se encuentra en un sector del edificio con unos 25 reclusos poco peligrosos. Comparte con su hermano una habitación privada con dos camas, un televisor y un ventilador pero utiliza un baño público.
Los hermanos pueden salir al patio pero han preferido quedarse mayormente dentro para no exponerse y suelen tener reuniones con sus abogados, quienes les llevan todos los alimentos que consumen, relató Vera.
El domingo, Ronaldinho recibió a una delegación de futbolistas locales y al exdefensor de la selección paraguaya de fútbol Carlos Gamarra. "También vino un grupo de niños y niñas y él les recibió, los abrazó, les habló", comentó el comisario.
La estancia del preso de más alto perfil que recibió el cuartel podría terminar pronto, ya que el juez Gustavo Amarilla convocó el martes a los abogados del caso para una audiencia de revisión de medidas que podría concederle la prisión domiciliaria.
Mientras tanto, el campeón del mundo con la "canarinha" en 2002 y embajador turístico de Brasil seguirá regalando sonrisas en la unidad policial del barrio Tacumbú, que tiene como vecina a la cárcel más grande de Paraguay.