El rosarino, que sería presentado oficialmente a mitad de esta semana como mucho, tiene un brillante semillero al que echar mano. Eso sí, tendrá que tomar una decisión con el futuro de los referentes.
Los rumores con fuerza de verdad se propagaron por primera vez entre febrero y marzo, cuando a Ignacio Alonso, presidente de la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol), no le quedó de otra que entender que Diego Alonso —entrenador que estuvo al frente de La Celeste en el Mundial de Qatar— no tenía fuerzas para continuar, y de hecho, buscaba opciones para dirigir en Europa. Entonces, se activó el plan B: Marcelo Alberto Bielsa Caldera.
Puede parecer extraño que el “Loco”, tal vez el técnico más especial de las últimas décadas, distinguido por el rigor científico que ofrece su metodología, sea apenas segunda opción por detrás de alguien como Alonso, que como DT lleva poco más de una década, sin demasiadas luces —tres títulos en el fútbol mexicano—. Pero que, además, fue señalado acaso como villano, principal responsable del reciente fracaso de Uruguay en la Copa del Mundo.
Hay una explicación: antes de Bielsa, ahora confirmado, hubo sólo un extranjero a cargo del seleccionado en la historia. Se trata del también argentino Daniel Alberto Pasarella, que se marchó sin cumplir las expectativas tras dos años en el banquillo, entre 1999 y 2001. En palabras simples, la selección uruguaya siempre fue de los uruguayos.
El problema que se presentó fue precisamente ese, y Javier De León, corresponsal de Mundo Deportivo, lo explicó así: “La trayectoria del entrenador, su prestigio, y su cercanía con Montevideo, lo pusieron en la mira (...), además, sin ningún otro entrenador uruguayo que lo sedujera, un técnico extranjero empezaba a ser una idea firme para trabajarla en un futuro próximo”.
En febrero, Jorge Casales, coordinador de las selecciones de Uruguay, a sabiendas que el “Loco” había rechazado a México, Estados Unidos y al Everton de Inglaterra, fue a tantear terreno. Como la respuesta fue positiva, luego tuvieron una reunión con Ignacio Alonso, y aunque en principio el tema monetario parecía una dificultad, después de largas negociaciones se llegó un acuerdo, que anunciaron desde la AUF el jueves recién pasado. Según lo describen en el país oriental, se trató de un “trabajo de hormiga”.
Los montos de la transacción se desconocen, pero todo apunta a una base de 8 millones de dólares líquidos (aproximadamente 7.200,000 euros) para todo el cuerpo técnico por el cuatrienio 2023-2026. La presentación, de no mediar algún inconveniente, sería entre miércoles y jueves de esta semana.
El equipo de Bielsa
Resuelto el misterio, lo que queda ahora es ver lo que podrá ofrecer el método Bielsa en una selección uruguaya atípica, anémica de referentes —se espera que Diego Godín, Martín Cáceres, Fernando Muslera, ¿y Edinson Cavani? desaparezcan de las nóminas— pero con unos cuantos valores jóvenes que ya se destacan en el Viejo Continente y que prometen adaptarse a la dinámica que suele buscar el rosarino.
De momento, a la espera de su debut, que sería en junio ante Nicaragua y unos días más tarde contra Cuba, son dos las incógnitas que se plantean en el debate: quién se ubicará bajo los tres palos y, claro, qué pasará con Luis Suárez.
El arquero de Diego Alonso en el proceso que relevó al de Óscar Washington Tabárez fue Sergio Rochet, de 30 años, quien forma parte de Nacional de Montevideo. Muslera (36), si bien referente del Galatasaray, fue relegado a un segundo plano, y se espera que siga así. La duda eventualmente surge porque los equipos de Bielsa precisan de un meta que domine el juego con los pies, y que muchas veces actúe como un líbero improvisado como primera salida. Características que los recién mencionados no cumplen. ¿Una alternativa? Ignacio De Arruabarrena, guardameta que atraviesa el mejor momento de su carrera en el F. C. Arouca de Portugal.
Arriba, lo que pase con Suárez parece depender exclusivamente de Suárez. El futbolista uruguayo más importante de los últimos años hacia el final de su carrera regresó a Sudamérica: primero a Nacional y ahora defiende al Gremio de Porto Alegre, donde acumula una docena de tantos. Aunque está claro que con el paso del tiempo perdió fuerza y velocidad, su capacidad de definición sigue intacta, y Bielsa tanto en Argentina —Batistuta— como en Chile —Matador Salas— de entrada se la jugó por delanteros experimentados, por lo que su presencia estaría asegurada. ¿Quién lo podría sentar? Una mejor versión de Darwin Núñez.
¿Cómo sería entonces una oncena de Uruguay con el 4-3-3 que tanto convence a Bielsa? (A la espera, claro, de que el rosarino sorprenda con algún juvenil o futbolista que tenga estudiado de antemano y no esté en los papeles de nadie, como suele suceder).
- Ignacio De Arruabarrena (Arouca, Portugal) en portería;
- Giovanni González (Mallorca, España),
- Ronald Araújo (Barcelona, España),
- José María Giménez (Atlético de Madrid, España),
- Mathías Olivera (Nápoli, Italia), en defensa;
- Rodrigo Bentancur (Tottenham, Inglaterra),
- Federico Valverde (Real Madrid, España),
- Giorgian De Arrascaeta (Flamengo, Brasil) en la zona de volantes;
- Facundo Pellistri (Manchester United, Inglaterra),
- Darwin Núñez (Liverpool, Inglaterra), y
- Luis Suárez (Gremio, Brasil) en ofensiva.
Lee más en La Cuarta:
—“¡Brillante!”: Así fue el golazo que llena de elogios a Alexis Sánchez en Francia
—¡Jorge Valdivia hospitalizado! Filtran que el Mago ingresó a una unidad psiquiátrica