El ídolo albo asistió al recinto penitenciario acompañado por otros históricos del fútbol chileno, como Leo Monje, Rodrigo Pérez y “Kalule” Meléndez. ¡Hasta Miguelito apareció!
Aunque él sigue alegando su inocencia, Luis Patricio Núñez, Lucho Pato, el talentoso exvolante de Universidad Católica y Universitario de Lima, entre otros clubes, está condenado a 10 años y un día, acusado de participar en la muerte de Juan Pinto. Desde entonces, pasa sus días en la cárcel de Rancagua, como esperando que algo suceda.
“Hasta hoy, no hay un argumento concreto que pueda demostrar que soy culpable de lo que se me acusa. Todas las cosas dentro de la investigación, el juicio, están viciadas, todo mal hecho”, explotó en una entrevista que concedió hace algún tiempo a La Tercera. Pero no le queda de otra.
Por lo mismo, instancias como la de esta semana, son un pequeño bálsamo para el exfutbolista. Para sentirse nuevamente querido, acompañado y, por supuesto, para volver a su primer amor: el fútbol.
Y los propulsores de esto fueron las fundaciones Incorporémonos e Integrando, quienes reunieron a un grupo de exfutbolistas, compañeros y amigos de Núñez, que llegó hasta el gimnasio del penal para jugar un partido con los reclusos. ¿El líder de todos ellos? Nada menos que Esteban Paredes.
Pero “Visogol” no llegó solo: lo acompañó “Kalule” Meléndez, Rodrigo Pérez, Leonardo Monje, “Ribery” Muñoz y el periodista Cristián Orchard. Incluso se sumó a la actividad Miguelito, exrostro de Morandé con Compañía y reconocido fanático de la Universidad Católica.
Así, con la visita de estos astros, se disputaron dos encuentros: los amigos de Paredes contra una selección de los detenidos, capitaneada por el propio Lucho Pato, y finalmente, como plato de fondo, de nuevo Paredes y compañía, aunque esta vez frente a los gendarmes.
Sobre la jornada, Rodrigo Pérez conversó con La Tercera: “Siempre es bueno estar en un evento así, muy social. Uno no es nadie para ser juez de las cosas que hicieron o no. Siempre es importante no olvidarse de los amigos”.
“Lucho cometió errores”, agregó el excapitán de Cobreloa, “pero no lo vamos a dejar solo. Lo hago frecuentemente. Es importante. Nadie en la vida está libre de tomar malas decisiones. Lucho estuvo muy feliz con toda la gente que participó, se le veía bien”.
“A Luis lo vi tranquilo, contento, compartió con todos. Espero que estas instancias se den seguido. La reinserción es fundamental. Hay que estar dispuesto a ayudar, a dar una mano”, completó.