El director técnico incluso sostiene que debió dejar su club como consecuencia de la presión. Hoy, agradece que “esta gente arrancó del país”. Aunque, en sus palabras, aún queda uno.
Le han llegado a decir, como muestra del cariño que le guardan, tal vez de agradecimiento, el Alex Ferguson de El Salvador. La referencia es clara y nada antojadiza: comparan sus seis actuales años y monedas como director técnico de Cobresal —con contrato desde 2017—, con la vida entera —27 años— que el escocés lideró al Manchester United desde el borde de la cancha. Está lejos, por supuesto, pero no hay nada que le impida ilusionarse con seguir acercándose: Gustavo Huerta, de hecho, a día de hoy es líder del Campeonato Nacional con el elenco minero.
El entrenador de 65 años, que a lo largo de su nutrida carrera además registra pasos por clubes como Santiago Wanderers, Cobreloa y Universidad de Chile —llegó a la final del Apertura 2006, recordado en la actualidad por el Panenka de Mayer Candelo—, de todos modos, se toma este momento con calma. Sabe que Cobresal no le puede competir económicamente a otras instituciones, pero tampoco se achica.
De ese y otros temas, Huerta conversó en extenso con TNT Sports el jueves por la tarde. Sin embargo, probablemente lo más delicado del diálogo se vincula a un supuesto veto que denunció cuando él era DT de Deportes Antofagasta en 2014. En concreto, apuntó con nombre y apellido a la ANFP que dirigía entonces Sergio Jadue.
Los problemas para el asistente de Nelson Acosta en Francia ‘98 comenzaron a partir de haber escuchado una conversación:
“Por dar una figura”, explicó, “me dicen: ‘Oye, un equipo subió de división y tiene que recibir un dinero producto de los excedentes del CDF de fin de año’. Al club le tocaba una cantidad de dinero, pero fueron a cobrar la plata y les dijeron que no”.
“Entonces dicen: ‘Ya, te metemos abogado’, pero les responden: ‘No, no vengan con abogado, pero dejen esto acá’. Eso fue entre dos personas famosas que estuvieron en Chile”.
Graves amenazas de la ANFP
Por ese entonces, cuando se enteró, Huerta llevaba prácticamente tres años al mando de Deportes Antofagasta, y con relativa tranquilidad. Tal como ahora, con Cobresal, en el plano deportivo nada hacía sospechar que más pronto que tarde tendría que dar un paso al costado.
“Voy a jugar a Iquique y me va a saludar Cesare Rossi (presidente de Deportes Iquique), para decirme que su mano derecha se va a la ANFP”, continuó su relato el DT.
Es en ese preciso instante que las cosas se torcieron:
“Le digo: ‘ojo, tengan cuidado con quien se van a meter, porque ustedes son gente súper decente’”.
Esa mano derecha, Jorge Fistonic, le hizo saber a la testera de esa ANFP las palabras de Huerta.
¿Qué pasó?
“Desde ahí en Antofagasta me amenazaron con los árbitros, al presidente nuestro. Que me iban a echar, que me tenía que ir... Hasta que me fui. De ahí, opción que tenía, para afuera”.
El reconocido entrenador sostuvo que hubo más cosas detrás, pero que por suerte “esta gente arrancó del país”, menos uno:
“Se quiere lavar las manos y volvió. Entiendo que está en Universidad de Chile trabajando. Hicieron mucho daño”.
Aunque no le puso nombre, todo apunta a que Huerta hablaba de Mauricio Etcheverry, el polémico asesor que trabaja con Azul Azul desde el año pasado.
Lee más en La Cuarta:
—Presidente Boric sueña a lo Dittborn con el Mundial de 2030
—“Derrotó al cáncer”: las grandes noticias que tranquilizan al “Zanahoria” Pérez