Sebastián Ubilla se echó el equipo al hombro, pero estuvo a punto de no viajar a Calama, pues su hija Isidora lleva tres días internada en la clínica debido a una bronquitis y rinovirus.
Batalló en cancha para revertir la maldición azul, pero su mente también estaba en Santiago, donde su hija Isidora se encuentra internada por una bronquitis y rinovirus.
Sebastián Ubilla se juramentó romperla en Calama para dedicarle el triunfo, y ayer fue amo y señor en la goleada del Bulla. Tal cual, pues lideró al equipo ante Iquique, dando la asistencia en los dos primeros goles y echándose el equipo al hombro en los 75 minutos que deslumbró en cancha.
¿Espantaron al "Fantasma de la B"? "Uno anda de mal humor por los malos resultados, pero estaba con la pequeña tranquilidad que entrenamos bien y que en los partidos éramos superiores a los rivales", señaló el ex caturro, que tuvo su gol a los 8', pero estuvo brillante Pérez en el achique.
Por lo mismo, la figura del duelo no se guardó nada, y en un ataque de honestidad se desahogó cantando que "me saco la cresta toda la semana para ser un aporte y se está demostrando".
Así, su triunfo y las loas tuvieron dedicatoria, pues el "11" azul comentó que "mi hija lleva tres días internada, quiero decirle que se recupere pronto, estamos todos con ella".
Apolíneo Nico Oroz aguantó los noventa minutos
La opinión es unánime: cuando Nicolás Oroz sale de la cancha, el Bulla lo nota. Por ejemplo, pasó en el clásico con el Cacique, así que lo de ayer frente a Iquique fue un avance, ya que el volante jugó los 90 minutos y marcó un gol.
Y si se trata de buscar explicaciones, una de ellas tiene relación con los hábitos del argentino, quien cambió su alimentación y rutina de ejercicios, y los resultados están a la vista: más delgado y ágil.
Pero no fue el único que recibió buenos comentarios en el norte. Una vez más se incribió en el marcador Leandro Benegas, quien es el segundo goleador del Bulla, con cuatro tantos. Primero está Rodríguez, con 5.
Lo "imperdonable", eso sí, pasó a los 90', cuando la "U" atacó con tres jugadores y el "Lea" demoró en ceder el balón a Guerra.