Croacia despidió a Rusia, el dueño de la fiesta mundialera

La sorpresa fue grande cuando Denis Cheryshev, el inesperado goleador ruso en esta copa con cuatro tantos, metió un zapatazo imposible a los 31' de partido.

La selección rusa salió ante Croacia decidida a seguir con la misma tónica que los caracterizó durante su mundial: potencia física, gran juego aéreo, el bloque defensivo muy cerrado y con ataques muy dependientes de salidas rápidas y explosivas.

Por lo mismo era Croacia quien ponía el peligro en el arco del ruso Akinfeev, mientras que Subasic no pudo detener una de las primeras pelotas que le llegó en media hora.

Sin embargo los croatas también venían de un gran papel en Rusia. Tras una fase de grupos sin sobresaltos tuvieron que sufrir más de la cuenta para timbrar sus pasajes a cuartos en penales ante Dinamarca. Y la historia volvería a repetirse.

Fue a los 38' cuando Kramaric aprovechó un gran centro de Mandzukic y anotó la igualdad, lo que le ponía un poquito de justicia luego del trámite del partido.

"Rusia jugó muy bien en la primera parte. Ejerció una presión muy alta, asumimos riesgos y no tuvimos el control del juego que queríamos. En la segunda lo hicimos mucho mejor, pero desafortunadamente no concretamos las ocasiones". Con esas palabras Luka Modric, capitán y emblema croata, graficó lo que fueron los 90 minutos, dejando varias emociones más para el alargue tras el 1-1 en tiempo reglamentario.

El equipo de Zlatko Dalić encontró rápidamente el desnivel gracias a un córner ejecutado justamente por Modric, quien a los 110' encontró la cabeza de Domadoj Vida y anotó el 2-1. Pero sería Mario Fernades el encargado de ponerle la emoción final a los 115' marcando un golazo de cabeza.

Sufrimiento hasta el final

Ya en la tanda de penales, y a pesar de que Kovacic falló su lanzamiento, Smolov y Fernandesse transformaron en los malos de la película al fallar sus intentos y darle los pasajes a semis en bandeja a Croacia, equipo que enfrentará a Inglaterra en la segunda semifinal de Rusia 2018.

"Será muy complicado, como cada partido en este Mundial. Contra Inglaterra debemos mejorar evidentemente", celebró Modric, mientras que el DT ruso se despidió a lo grande.

"Todo el país está enamorado de nosotros. Ahora ellos saben lo que vale esta selección nacional", la cerró Stanislas Cherchesov.

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