El delantero brasileño de 21 años se transformó en la pieza angular de la épica remontada que lograron los merengues. En dos minutos anotó dos goles y dio vuelta el marcador para mantener al cuadro de Ancelotti con vida.
Mahrez puso el 1 a 0, desató una eufórica celebración de Pep Guardiola y, en un momento donde el partido estaba para cualquiera, adelantó al City (5 a 3 en el global) y prácticamente le puso la lápida al Madrid. Porque quedaban poco más de 15 minutos, obligaba a los merengues a salir a buscar dos goles para estirar la serie, y los ciudadanos, acostumbrados a jugar con la desesperación de sus rivales, iban a estar en su zona de confort. De hecho, eso se vio en los siguientes 17 minutos de compromiso: el habitual fútbol de posesión de Pep, y sus hombres más encaradores aprovechando los espacios para hacer sufrir a Courtois.
Pero en el final, a los 90′, comenzó a gestarse la hazaña, el milagro. Un centro desde el sector derecho encontró a Karim Benzema, que hasta entonces no había podido hacer mucho, y desde el segundo palo el francés se la bajó al héroe de la jornada: Rodrygo, que puso el descuento.
¿Por qué héroe? Porque apenas un minuto más tarde, el propio delantero brasileño recibió un medido centro de Dani Carvajal, y tras un leve desvío de Asensio, superó a Ederson con un notable cabezazo.
A los 92′, el Real, en dos jugadas, volvió a meterse en la serie y se llevó al City al alargue. El resto es historia: a las 4′ del tiempo extra, Benzema se fabricó un penal y lo cambió por gol, sellando el pase a la final de la Champions League. De paso, el francés quedó a un tanto de Raúl y de convertirse en el segundo goleador histórico de los merengues.