Los representantes de las diversas escuderías tuvieron que soportar altísimas temperaturas dentro de sus monoplazas eléctricos en el Parque O'Higgins. Piloto francés se metió a un cubo gigante con hielo y Valeria Mazza acabó descalza en el pasto.
Si usted sufrió durante la jornada de ayer los históricos 39 grados que alcanzó la capital, imagine cómo lo soportaron los pilotos que llegaron a participar de la tercera fecha de la Fórmula E en el Santiago E-Prix 2019. Con trajes de cuero encima, forrados y con casco, dentro de un vehículo eléctrico, en pleno asfalto del Parque O'Higgins, la sensación térmica se empinó fácilmente por sobre los 50. Y en esas condiciones se desarrolló la segunda carrera de la Fórmula E en nuestro país, que este año estrenó nuevo circuito, tras las críticas sufridas por los cortes de calles el año anterior en los alrededores al Parque Forestal.
Ahora, con pista nueva y mejor organización, se dio la largada en la elipse del Parque O'Higgins, frente a casi 10 mil valientes espectadores, que hicieron lo que pudieron para refrescarse en las galerías mecano a un costado de la pista.
A las 16.05 se dio inicio a la carrera, que fue más accidentada que de costumbre. De hecho, siete pilotos tuvieron que abandonar la prueba por problemas en su vehículo, entre ellos, el ex campeón de Fórmula 1, Felipe Massa.
Tras el retiro de los favoritos, después de la vuelta 20, tomó el liderato el británico Sam Bird, de la escudería Virgin, quien se mantuvo sólido en el primer lugar y cruzó la meta aventajando al alemán Pascal Wehrlein.
Una vez terminada la carrera, y un poco más fresco, Bird señaló que "fue un circuito exigente, con mucho calor, pero me quedo con la calidez del público chileno que fue notable", cerró.
El segundo en el podio, Pascal Wehrlein, agregó que "en las últimas vueltas temí no terminar y desaceleré un poco. Fue por la temperatura de la batería. Hoy (ayer) hizo mucho calor en Santiago, se sintió fuerte en pista, fue algo que incluso charlamos con otros pilotos".
Solución. Durante la carrera se vio al público con sombrillas, gorros e hidratándose, y una vez que terminó la acción, el piloto galo Jean-Eric Vergne, junto al manager de la escudería Virgin, Andre Lotterer, entró a una cubeta de hielo y compartió la foto en Instagram.
¿Y las chicas cómo lo hicieron? Mucho vestido delgado, bloqueador y short, aunque llamó la atención lo que pasó con la invitada, Valeria Mazza, que acabó descalza en el pasto del Parque. "El calor empañó un poco la competencia, pero lo pasé muy bien. Me refresqué, no daba más con los tacos, me dolían los pies", comentó.