El "Fantasista" tiene claro que cada vez se acerca más la jubilación y quiere aprovechar los últimos meses.
El fin de año, pase lo que pase con los resultados para la Universidad de Chile, traerá muchas despedidas. Y la más cocinada será la de David Pizarro, quien termina contrato con el club y ya tiene decidido con su grupo familiar que llegó la hora de colgar los zapatos.
"Me sigo calentando como si tuviera 25 años, sobre todo por la manera en que el último tiempo me ha tocado perder. Son cosas que a mí, en lo personal, me cuesta digerir", comentó ayer el "Fantasista" en conferencia donde él mismo había pedido poner no uno, sino los dos cachetes por el mal momento azul.
Si bien muchos aseguran que le queda por dar en el fútbol, el "Enano de la Providencia" explicó que ya no hay vuelta atrás, pese a que las ganas por estirar el chicle están. De hecho, aún no quiere cerrar del todo las puertas ante una posible nueva aventura.
"Anda a saber lo que pueda suceder. Por ahí me dan ganas de jugar de nuevo, pero seguramente en mi casa no me van a dejar. Así que por el momento sólo me queda disfrutar lo más que se pueda, disfrutar de los días en el CDA, con la gente que trabaja acá, porque son situaciones que voy a extrañar muchísimo", aclaró como si fuera nacido y criado en la trinchera azul.
"Son más de 23 años en esto, entonces lógicamente estoy preparando lo que será el minuto, pero sin drama, sino que con la satisfacción por todo lo que me ha tocado vivir", aportó.
Al mal tiempo
Una vez que perdieron ante la U. de Conce Pizarro fue uno de los pocos que salió a poner el pecho a las balas para calmar al hincha y decir que al menos les queda la Copa Chile para desquitarse.
"Ya no me quedan excusas, qué le puedo decir a la gente si hemos perdido nueve partidos durante el año. Si seguimos diciendo que todo está bien, no se mejorará. Hay que reconocer que dentro de la cancha nos estamos equivocando, la cancha no miente. Te podría decir mil cosas, pero la cancha no te deja mentir, y la realidad es que no lo estamos haciendo bien, es complejo para la calidad que tiene el plantel y hay que asumirlo como gente grande", asumió como "hombre grande", aunque en realidad sea de los más chicos.