Los históricos jugadores de La Roja recordaron el origen del apodo con el que se les conoció.
No hay dudas de que Iván Zamorano y Marcelo Salas formaron una de las duplas más emblemáticas en la historia del fútbol chileno, marcando una época y llenando de ilusión a los chilenos durante la clasificatoria al Mundial de Francia 1998.
Con sus goles y asistencias se convirtieron en la dupla “Sa-Za”, nombre que a ellos mismos se les ocurrió, pero que se inspiraron en dos grandes cracks mundiales. En entrevista con Mega, los históricos del fútbol criollo recordaron cómo se originó el nombre de esta distinguida pareja de delanteros.
“Todo el mundo hablaba de la Ro-Ro (Ronaldo- Romario) y nosotros éramos los Sa-Za, nosotros llevábamos más goles”, comenzó señalando el ex Real Madrid. “De aburridos salió”, añadió el “Matador”.
En detalle, en la previa a un partido ante Paraguay, consideraron que era el momento de consagrar la dupla, por lo que se prepararon para presentarse ante el mundo. Pintaron las primeras letras de sus apellidos en una polera blanca que vistieron debajo de la indumentaria de La Roja, y salieron a la cancha a buscar los goles. Solo había uno de sus compañeros que sabía lo que tramaban: Marcelo “Toby” Vega.
El nacimiento de una dupla histórica
En el encuentro, Zamorano anotó un gol ante los guaraníes desatando la euforia y lo fue a celebrar con Salas. Ambos se levantaron la camiseta de la selección y mostraron un “Sa-Za”, y si bien la imagen quedó para la posterioridad en el recuerdo se ve un “invitado de piedra”.
“Salíamos nosotros y un infiltrado, adivina quién era el infiltrado: el ‘Toby’ Vega, entre medio de los dos sale el ‘guatón’ Vega y sale la dupla Sa-Za y Vega se había pintado ‘grande Toby’”, recordaron.
A pesar de que durante mucho tiempo se pensó que afuera de la cancha había un distanciamiento entre los jugadores, reconocen que no tenían el mismo grupo de amigos, pero principalmente por la diferencia de edad, pero nunca hubo algún tipo de problema entre ellos.
“Se dicen muchas cosas desde afuera, pero la realidad era completamente otra. Sí, tuvimos diferencias, Marcelo es 8 años menor que yo, pero si tu me dices que jugador chileno quieres que te defienda a muerte en la cancha, yo elijo a Marcelo”, señaló Zamorano
“Hoy estamos más maduros y hemos tenido la posibilidad de convivir mucho más, con las familias. Muchas veces se dicen cosas que no tienen nada que ver con la realidad”, cerró Salas.