A menudo los entrenadores ocupan todos sus cambios en el partido, sin considerar que el portero se puede lesionar o ser expulsado, obligando a un jugador de la cancha a ponerse los guantes.
El pasado domingo Colo Colo se enfrentó a la Unión Española en el Estadio Monumental, y el encuentro dejó una curiosa postal para el recuerdo: el defensor central Emiliano Amor terminó jugando de arquero. El zaguero se puso la camiseta de Fernando de Paul, agarró los guantes y se dispuso a tapar luego de que Bryan Cortés fuera expulsado.
Sin cambios, al DT no le quedó otra que confiar en el defensor, quien había ingresado a la cancha hace solo un par de minutos. Un “chascarro” del que nadie está libre, ni siquiera los mejores clubes del mundo se han salvado de situaciones idénticas, en donde no les queda más remedio que apostar por el jugador que en los entrenamientos le da por atajar o en su pasado incursionaron en la portería.
Terminaron ganando el partido
Hay una larga lista de jugadores que ante la necesidad han apechugado y terminaron el encuentro de porteros, entre ellos, la figura del Manchester City, Kyle Walker. En inglés salvó a Claudio Bravo en 2019, cuando los ciudadanos enfrentaban al Atalanta por la Fase de Grupos de la UEFA Champions League.
En aquella oportunidad, el titular fue Ederson, pero tras una lesión ingresó el portero chileno para defender la red durante la segunda mitad con un marcador 1-0 a favor. Tras la primera llegada del elenco italiano, marcaron el empate, y en los 80′, los del Calcio estuvieron a punto de ponerse en ventaja, de no ser porque Bravo tuvo una fuerte entrada al delantero rival.
Su arriesgada jugada terminó con la contra, pero llevó a que el portero nacional quedara en los libros como en el primer portero sustituto en ser expulsado en la historia de la Champions League. Ante la falta de arqueros, Pep Guardiola, atinó solo a ingresar a Walker con los guantes, quien respondió bien e incluso tuvo más salvadas de las que Ederson y Bravo.
Una hazaña aún más épica fue la que realizó el brasileño Pelé en 1963, cuando defendiendo la camiseta de su querido Santos, tomó la batuta de arquero luego de que Gilmar saliera lesionado durante la segunda mitad, mientras jugaban la semifinal del campeonato carioca ante Gremio.
El marcador iba 4-3 a favor del equipo del “Rey”, quien se llevó un hat-trick, pero el resultado se vio en peligro luego de que el arquero viera la roja, así que Pelé se vistió de héroe y tapó todo lo que llegó el arco. “Fue un gran portero. Cómo si pudiera volar”, dijo su compañero de equipo, Pepe. Su participación fue clave para que ese año el Santos saliera campeón de Brasil, literalmente de la mano del astro del fútbol.
Otro goleador que quiso seguir los pasos del brasileño, fue Harry Kane cuando defendía la camiseta del Tottenham Hotspur. El delantero inglés tuvo un partidazo en la Europa League del 2014, marcando tres goles al Asteras Tripolis de Grecia, pero cuando el marcador iba 5-0 a favor del conjunto británico, el portero Hugo Lloris vio la tarjeta roja en el minuto 87′.
A pocos minutos del final y tras quedar sin cambios, Kane se armó de valor y se puso debajo de los tres postes. La ecuación era fácil, solo no debían hacerle un gol por minuto y el marcador terminaría a su favor y cumplió a medias. La jornada no pudo terminar perfecta para el delantero, ya que a penas dos minutos después, un tiro libre lo complicó más de la cuenta y terminó siendo gol para los de Grecia.
Antes de ser condenado por delitos sexuales, Dani Alves era considerado uno de los mejores jugadores de su generación y en 2018 no tuvo miedo de ponerse al arco por la Copa Francia, cuando jugaba para el París Saint-Germain. Con el marcador 4-1 a favor de los capitalinos, Kevin Trapp fue amonestado con tarjeta roja, y el brasileno se colocó los guantes durante casi 3 minutos, en los que no recibió goles.