Con nueve jugadores los azules le ganaron a Wanderers y quedaron punteros. El empate parcial lo anotó el volante, quien le dio el apoyo a su amigo, quien perdió a su guagüita hace dos días.
Es dicharachero Pablo Aránguiz. Se le nota a la legua que es un tipo feliz. De esos que se levantan en la mañana agradecidos de la vida.
Sin embargo, ayer estaba apagado. Claro que no en la cancha, donde fue la figura de una "U" que cada vez pisa más fuerte en el torneo nacional. Era su estado de ánimo el que estaba decaído, debido a la muerte de Clemente Carreño, el hijo de su amigo Jaime Carreño que solamente alcanzó a vivir 29 días.
Por lo mismo, al finalizar el partido no estaba feliz. Y eso que tras el triunfo por 2-1 de la "U" ante Wanderers en Valparaíso, con dos menos por expulsiones de Camilo Moya y Luis Del Pino Mago, era para hacer una fiesta.
"Es un tema muy delicado. Jaime es amigo mío hace años, me quiebra hablar de eso", señaló a CDF el volante bullanguero. Claro, él anotó el 1-1 a través de un penal impecablemente ejecutado, pero ni siquiera le dieron ganas de gritar mucho el gol. Prefirió levantarse la camiseta e ir corriendo a una cámara para mostrar el mensaje de apoyo por lo que vive su compadre: "Fuerza familia Carreño Riquelme", indicaba la leyenda.
El mensaje de Pablo Aránguiz
"Son unos guerreros y quiero decirles que los quiero mucho. Ánimo para ellos", indicó un emocionado Aránguiz con la voz cortada.
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FOTO: JAVIER VERGARA/AGENCIAUNO[/caption]
Seguramente con el pasar de las horas le tomará el peso a la gran victoria que consiguió el elenco de Hernán Caputto y que tras cuatro partidos los dejó punteros con nueve puntos, a la espera de lo que hoy haga la Católica.
"Fue un partido duro, nos costó porque quedamos con uno menos. Pero fuimos superiores igual y nos creamos hartas opciones de gol", indicó en un buen análisis el ex volante de Unión Española, quien ha sido puntal en las tres victorias al hilo que h conseguido la "U" en el arranque de campeonato. "Estos tres puntos tienen sabor a seis. Feliz por este comienzo, donde he aportado al equipo, donde jugar al lado de Walter ayuda mucho", cerró.
Nico Guerra se sacó la mufa
Hace rato que Nico Guerra no aparecía en la "U", pero ayer tuvo una dulce revancha.
Jugó de titular por las ausencias de Joaquín Larrivey y de Ángelo Henríquez, y como si una varita mágica lo hubiera tocado estuvo en el lugar preciso para aprovechar un buen pivoteo del debutante Luis Casanova para echarla adentro, con mucho olfato goleador.
El constante esfuerzo que hizo al luchar solo en ofensiva terminó pasándole la cuenta, y a los 85' quedó tirado en el pasto luego de ir a pelear una pelota con Mauricio Viana. No le quedó otra que pedir el cambio, pero fue muy aplaudido por los pocos hinchas universitarios que llegaron a Valparaíso, que le reconocieron su cometido.