Pasado el mediodía de ayer, en el norte del Gran Buenos Aires, Diego Maradona dejó este mundo. Pocos días después de cumplir 60 años, el "Pelusa" no pudo eludir su último obstáculo y falleció de un paro cardiorrespiratorio. Diez veces lo intentaron reanimar, pero Dios ya lo quería junto a él.
Poco después de que el reloj avanzó la mitad de su eterno recorrido, el mundo se detuvo. El cansado corazón de Diego Armando Maradona ya no quiso caminar más. Con él, al unísono, se murió el fútbol. A los 60 años, el mejor jugador de la historia para muchos, dejó un dolor sordo en el ambiente. El "10" no pudo eludir el último obstáculo en su carrera hasta su nueva recuperación. Dejó un vacío enorme. Sobre todo para quienes conocieron la pelota mirando la gambeta y el genio del llamado "Barrilete Cósmico".
Como no podía ser de otra manera, el ex futbolista argentino dio una larga lucha antes de partir de este mundo. Cerca de las 10 de la mañana, el corazón de Diego se descompensó de manera terrible.
Rápidamente, varios médicos acudieron a la casa en que habitaba el ídolo, en el barrio San Andrés de la zona de Tigre, en el norte del Gran Buenos Aires. Hasta 9 ambulancias se trasladaron a la country donde estaba Diego, dato inequívoco sobre la importancia de lo que ahí ocurría. Hasta diez veces trataron de reanimarlo. Pero ya era tarde para revivir al ídolo.
Las primeras en llegar al lugar fueron su ex esposa, Claudia Villafañe, además de sus hijas Dalma y Giannina, quienes viven en el mismo barrio. Fueron ellas, precisamente, quienes decidieron que el "10" se quedara en aquella casa, en el barrio, un centro especialmente habilitado para comenzar el tratamiento del "Pelusa" contra la adicción al alcohol.
Fueron esos los requisitos esenciales que los doctores decretaron para su recuperación. Porque Maradona había dejado la Clínica Olivos el pasado miércoles 11 de noviembre, después de ser operado el martes 3 para extraerle un hematoma subdural, justo cuatro días después de haber cumplido la sesentena.
Último homenaje
Su cumpleaños fue, precisamente, la última aparición pública. Cuando el mundo se pudo dar cuenta, al menos por las pantallas de televisión, acerca de la precaria salud del genio. En una emotiva ceremonia, el astro recibió un homenaje, justo en el partido entre Gimnasia y Esgrima de La Plata contra Patronato, cuando las máximas autoridades de la federación argentina celebraron al futbolista más importante de su rica historia.
"Arranco mis 60 años con estos maravillosos mensajes que me da la vida. Gracias por tanto cariño, gracias por su amistad. Este es el mejor regalo de cumpleaños que ustedes me podrían haber hecho. Y gracias, también, a todo mi equipo por prepararme esta gran sorpresa", diría más tarde el "10" en su Instagram.
La última vez que millones de hinchas pudieron disfrutar los destellos peloteros de la máxima figura. "Se murió el fútbol", dijo entre lágrimas el destacado periodista argentino Horacio Pagani. Sentencia fuerte y descriptiva, que se convierte un corolario para quienes supieron apreciar la gambeta más endiablada que conoció el fútbol. Y si no es cierto, al menos pega en el palo. Hasta siempre Diego.