El relato de la azafata que sobrevivió a tragedia del Chapecoense

Su voz al otro lado de la línea telefónica delata las secuelas de un golpe tremendo. "He tratado de olvidar todo", comenta Ximena Suárez, la asistente de vuelo que sobrevivió a la tragedia del avión de Lamia, que trasladaba al club Chapecoense a Colombia para disputar la final de la Copa Sudamericana. Por cierto, mañana se cumple un año del accidente.

"Ahí vamos, tratando de superar lo que ocurrió. Fue algo muy fuerte, pero con la ayuda de Dios y mi familia he podido salir adelante", explica la mujer, que tuvo una "segunda oportunidad" junto a los futbolistas Alan Ruschel, Helio Neto y Jackson Follmann, el periodista Rafael Henzel y el técnico de vuelo, Erwin Tumiri.

-¿Ha tenido contacto con los otros sobrevivientes, como los jugadores de Chapecoense?

-No sé nada, la verdad. No los he visto en todo este tiempo.

-¿Qué recuerda del momento del accidente?

-Sinceramente, como que traté de borrar todo eso y con la ayuda de Dios he podido superarlo. Realmente, fue un milagro. Era urgente viajar para nosotros en ese momento y, bueno, pasó lo que pasó.

-¿Está en algún tipo de tratamiento terapéutico?

-Claro, hace varios meses que me encuentro en tratamiento psicológico y psiquiátrico. Es la única manera de superar algo tan fuerte, tan traumático. He tratado de estar al margen de las cosas que ocurren, para estar mejor.

-Después de la tragedia usted se ha hecho muy conocida en Bolivia...

-Sí, de alguna manera me he convertido en una especie de celebridad, pero no es algo tan cómodo, porque la gente te pregunta muchas cosas y a veces se vuelve molesto. Que esté con vida fue un verdadero milagro, pero también tiene una fuerte carga..

-¿Ahora está iniciando una carrera de modelo?

-Así es, en ese sentido no me puede quejar. Me ha ido bien con todo eso.

-¿Ha recibido alguna ayuda del gobierno de su país?

-De ese tema mejor no quisiera hablar, en serio. Mejor no hacer ningún comentario, no quiero ofender a nadie.

-¿Ha volado nuevamente?

-Sinceramente, si de mí dependiera, no me volvería a subir a un avión otra vez. Me da mucho miedo. Fue algo muy traumático.

-Pero si tuviera que hacerlo para salir del país por su carrera de modelo...

-No lo sé, por ahora la estoy desarrollando únicamente en Bolivia, nada más.

-¿Qué le parece los homenajes que han recibido los jugadores sobrevivientes de Chapecoense?

-De alguna manera me he mantenido al margen, los veo desde lejos, pero me parece bien que los hagan. Lo que ocurrió en Medellín impactó a todo el mundo, no sólo al fútbol.

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