La derrota de Pizzi pasó a la historia de las vergüenzas

Los ojos del mundo entero se instalaron ayer en el imponente estadio Olímpico Luzhnikí, y quizás eso fue lo peor para Juan Antonio Pizzi en su estreno mundialero al mando de Arabia Saudita.

Tras siete meses de trabajo junto a los euroasiáticos, las falencias del rosarino quedaron al desnudo, y en un papelón planetario el ex DT de las Roja terminó humillado 5-0 por el anfitrión.

La cara del "Macanudo" tras el pitazo final lo decía todo, y ni siquiera sus nuevos lentes opticos estilo hipster podían esconder la vergüenza que en esos momentos sentía, la que paradójicamente contrastaba con el rostro de millones de chilenos que aún no le perdonan a el haber dejado a Chile fuera de la fiesta del vodka y el hielo.

El rosarino era un verdadero cadáver, el que sólo entró en calor cuando un periodista árabe le hizo la pregunta del millón: "¿Piensa renunciar luego de este resultado?". Recién ahí el hispano-argentino recuperó el habla y la sangre.

Todo mal

"Muy buena su pregunta, sobre todo para mi estado de ánimo. Tengo mi filosofía de trabajo en la cual me preocupo por hacer lo mejor posible. Si hay decisiones que no están en mis manos, son precisamente esas", disparó el "Macanudo", agregando que "el de hoy fue un partido muy malo. No pudimos competir como queríamos. El equipo rival sin hacer grandes cosas nos ganó de una forma contundente. Para jugar una Copa del Mundo hay que adaptarse a la situación, es la única forma".

Al menos Pizzi no perdió el don de la palaba tras la humillación en Moscú, y eso que la derrota de ayer en el arranque del Mundial pasará a la historia como una de las mayores goleadas sufridas por una selección en un partido inaugural, sólo superada por el 7-1 de Italia sobre Estados Unidos en 1934.

Sobre la selección rusa, el equipo de Stanislav Cherchesov también se inscribió con letras doradas en la historia de las Copas del Mundo, como uno de los países anfitriones más letales a la hora del debut.

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