El último paso de Didier Deschamps, el "gran capitán"

Si hubiera sido chileno, lo más seguro es que Didier Deschamps hubiera quedado cesante el 2016, cuando perdió la final en Francia la Eurocopa frente a Portugal.

Y claro. Armar una fiesta y que otro se coma el postre, o es muy chistoso. Pero los galos son otra cosa, y no sólo por su mitológico terror al agua, que por tanto tiempo los ha perseguido, sino por la seriedad.

Y entonces a Deschamps, que en sus inicios partió jugando rugby y, tal vez por esa rudeza, luego se convirtió en un fiero volante como futbolista, tuvo una segunda oportunidad que vaya que sí supo aprovechar.

Porque el canoso, que recién el próximo 15 de octubre celebrará medio siglo de vida, sencillamente se lo ganó todo y tiene ahora a "Les Bleus" a las puertas de su segundo título del mundo. Una cita que espera saldar con la historia el próximo domingo en Moscú.

Es que a diferencia de Iván Zamorano, el "Gran Capitán" de Francia sí que levantó trofeos, tanto en clubes como en el combinado azul galo. Anote: el único título de un equipo francés en la Champions League fue en la edición 1992-93, cuando el Olympique de Marsella, con el volante como capitán, le ganó en la final al Milan.

Cinco años después, "Les Bleus" levantaron en casa su única Copa del Mundo en el inolvidable 1998 cuando la Roja volvió a la máxima fiesta. Y en la definición Francia, luego de vencer nada menos que a Brasil, adivine quién alzó el trofeo... Sí, pueh, el bendito de Didier.

Pero hay más. Por si fuera poco, en el 2000, la selección de Napoléon obtuvo su primera Eurocopa fuera de sus tierras -en 1984 se había consagrado como anfitriona-, el vencer en la final a Italia, en el certamen organizado por Bélgica y Holanda. No hace falta que le contemos quien se pegó el primer sorbo del champañazo.

Sí, Deschamps al parecer nació para el éxito y, por lo mismo, no extrañó que la federación lo eligiera como el conductor de la gloria el 2012. Aunque a cargo de la máquina azul recién ahora está a punto de cosechar lo que sembró, después que en Brasil 2014 su combinado se fuera para la casa en cuartos con la Alemania que humilló al Scratch y más tarde sumaría otra estrella a su camiseta blanca impoluta.

¿Cuál es la receta de Deschamps?

Quizás está en el anillo que desde hace 30 años lleva en su mano izquierda. Es que, como dicen, detrás de todo gran hombre siempre hay una gran mujer, y en este caso se trata de Claude, su amiga, compañera y esposa a la que conoció a los 18 años, y que en Rusia lo acompaña en cada detalle. No se trata de macabeísmo, se trata de amor. Y el corazón también juega.

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