Diego Vilard, el alumno de Arley Méndez que entrenaba con ladrillos en Haití

Campeón mundial inició talleres gratuitos de levantamiento de pesas en Estación Central, y en el grupo destacó un extranjero de 16 años por su elasticidad y fuerza.

Lo primero: hacer una especie de sentadilla, evitar poner los pies en diagonal, alzar los brazos y ubicarlos a la altura de la cabeza, sostener firmemente un tubo de PVC y mantener la espalda recta. Fácil, ¿no? Pues bien, ese es el paso inicial que Arley Méndez les está enseñando a 12 niños de Estación Central, en el inicio de los talleres gratuitos de halterofilia tras su título mundial en Turkmenistán.

La iniciativa fue posible gracias al apoyo del alcalde Rodrigo Delgado y la Corporación de Deportes del municipio, y la marca auspiciadora, Under Armour. Y ayer, en el Polideportivo Jean Beausejour, se pudo ver en acción a los chicos que sueñan con levantar pesas como el campeón de origen cubano y nacionalizado chileno desde el 2017. "La idea es que rompan su propio límite", indicó Arley.

Por ahora serán clases tres veces a la semana y, antes de trabajar con peso, tienen que dominar la técnica para evitar lesiones y un posible estrés. "Iremos de a poco, la idea es que conozcan su cuerpo, hay que hacer trabajo físico y aeróbico. Se puede. En mis inicios, yo no tenía zapatos ni short, y en mi grupo era el más malo, pero me propuse ser el mejor", agregó el deportista.

Y en esta búsqueda, altiro apareció un alumno destacado. ¿Su nombre? Diego Vilard, un haitiano de 16 años. Y no es exageración, pues el adolescente siguió las instrucciones al pie de la letra y destacó por su elasticidad, fuerza y precisión en los movimientos. Por eso, se ganó la admiración de sus pares y de la "profe" Antonia Galleguillos, ex campeona de judo y pareja de Arley.

"Se nota mucho la diferencia. Si vas a otros países, te das cuenta que la raza es más fuerte. No sé lo que vivió en Haití, quizás hacía mucho deporte. Acá siempre es fútbol, la pelota, así que es como empezar de cero. Quizás sería bueno que se unieran más extranjeros", contó Antonia.

Una gran oportunidad

¿Y qué dijo Diego? "Me gusta aprender, no sé si soy el alumno ejemplar, pero esta es una gran oportunidad para todos, incluyendo a los que llegamos al país y disfrutamos haciendo deporte. Arley Méndez es un referente para mí, creo que se puede, espero llegar lejos", indicó el joven.

- ¿Gracias a él te interesaron las pesas?

- La verdad es que en mi país ya practicaba. Recuerdo que a los 11 años usaba ladrillos y un fierro para poder levantar peso y tener fuerza. Quizás me resulte más fácil seguir las instrucciones, pero no significa nada. Tengo que esforzarme y trabajar duro para conseguir el éxito.

- Pero igual tus compañeros te miran con asombro...

- No sé, acá me tratan bien y estamos en lo mismo. Incluso, cuando llegué hace dos años y medio, conocí el español gracias a los amigos. Hasta me enseñaron los chilenismos y aprendí el '¿cómo estái?'.

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