El alemán, que derechamente se comió dos de los tres goles del Madrid, hoy es el quinto arquero de los Reds, sin chance alguna de sumar minutos. Su carrera no fue la misma desde ese partido.
Fue el 26 de mayo de 2018, en el Estadio Olímpico de Kiev. Ese día, tal como pasará el próximo sábado 28, se vieron las caras en la final de la UEFA Champions League el Liverpool y el Real Madrid. La vuelta olímpica, en aquella oportunidad, la dieron los merengues, en un partido que todavía se recuerda por el entrevero entre Sergio Ramos y Mohamed Salah, que terminó sacando del partido al delantero egipcio, o por la brillante actuación de Gareth Bale, que se matriculó con un doblete. Tal vez una de las últimas presentaciones nivel élite del galés en La Casa Blanca.
Y claro, es una final también recordada por los desafortunados errores que cometió Loris Karius, el tristemente protagonista de la jornada, que por nerviosismo o quizás exceso de confianza en dos jugadas puntuales, prácticamente le entregó en bandeja el título a los merengues.
A los 51′, sin ir más lejos, el guardameta alemán embolsó la pelota y, sin tener en cuenta que enfrente suyo tenía a Karim Benzema, intentó salir jugando con la mano hacia la posición de su central derecho, Dejan Lovren. Pero, de nuevo, enfrente estaba Benzema, y el francés apenas estirando su pie derecho interrumpió la trayectoria del balón con dirección hasta la red. Probablemente ese sea el gol más insólito visto en una final de Champions y el más fácil en la carrera del “Gato”.
Desde ahí, no había vuelta atrás. Por más que Sadio Mané aprovechó un pivoteo de Van Dijk cuatro minutos más tarde para vencer a Keylor Navas y empatar, no había vuelta atrás. Karius había perdido toda confianza y no pudo meterse de nuevo en el compromiso. Y eso se demostró sobre el final. Antes, eso sí, sufrió, sin poder hacer demasiado, de una chilena improbable que ofreció Gareth Bale a los 64′, adelantando nuevamente al Madrid.
Y ahora sí, al final, a los 81′, cuando el Liverpool iba con todo por la paridad, Bale y Karius de nuevo fueron protagonistas. El extremo galés sacó un remate desde muy larga distancia, potente pero al centro, aparentemente sencillo para su contención. Y entonces Karius erró otra vez. La pelota resbaló entre sus guantes y traspasó lentamente la línea de gol, mientras él caía derrotado, sabiendo que gran parte de la derrota había pasado por su ineficiencia.
Karius, por cierto, no pudo volver a pisar Anfield. Ese partido selló su partida del Liverpool. Jurgen Klöpp, hasta hoy DT del cuadro inglés, no volvió a contar con él, aun cuando su contrato se mantiene vigente hasta el próximo 30 de junio.
Y aunque lo intentó en otros lados, todo parece indicar que el futuro no es nada prometedor para el meta que en breve cumplirá 29 años.
Tras dejar a los Reds, Karius pasó por la Superliga turca, una competición de mucho menor nivel que la Premier League, pero al menos allí gozó de los minutos que en el Liverpool claramente se le negarían. Defendió el pórtico del Besiktas, sumando 67 partidos en dos años de cesión. Tenía que volver a Merseyside por una nueva chance, pero Klöpp le bajó el pulgar, de modo que buscó reiniciar su carrera en el punto de partida: la Bundesliga. Pero las cosas fueron de mal a peor: apenas sumó cinco partidos en el ciclo 20-21 en el Union Berlin.
Después de eso, Karius se vio obligado a regresar a Liverpool, y Liverpool se vio obligado a recibirlo. Pero el alemán sabe que no tiene espacio, ni siquiera como suplente. Luego de los fatídicos 90 minutos el pasado 26 de mayo de 2018, los Reds se hicieron con los servicios de Allison Becker, arquero brasileño por el que gastaron cerca de 75 millones de euros. Qué importaba el precio: no querían cometer de nuevo los mismos errores. Y se trató de una de las mejores decisiones del ciclo Klöpp.
Loris Karius hoy es el quinto portero de la plantilla del Liverpool y, por cierto, no sumó ningún minuto en la temporada 21-22. Solo le queda esperar un mes y un puñado más de días para quedar en libertad de acción y buscar otro club que le abra las puertas para relanzar una carrera muy lastimada. Seguramente él sea el que más espera la final de este sábado para, por fin, soltar.