En compañía de Victoria, novia de Leo Fernández, el padre del volante recordó cuando ambos hacían jardines y lo que le costó a su retoño llegar a primera.
Una semana lleva en la Universidad de Chile Leonardo Fernández y ya se comenzó a ganar el corazón bullanguero.
Pero en el clásico tuvo una barra especial, porque desde Uruguay arribaron Cecilio, su padre, y Victoria, su polola, quienes alentaron los 24 minutos que tuvo en cancha en el Nacional y donde brilló con buenas habilitaciones.
"Es una emoción inmensa, porque recibieron bien a mi hijo. Ya vi cómo lo quieren, la gente lo apoyó mucho, me alegró por él y el equipo, porque vino a sumar en un momento difícil y donde quiere demostrar todo lo que es", comentó Cecilio a La Cuarta.
-¿Sólo vinieron ustedes?
Después vendrá mi señora, que quedó con una amargura porque se quería venir ya. Leo quería que me viniera con él cuando firmó, pero le dije tenía que organizar quién se queda con los jardines donde trabajo.
- ¿Verdad que Leo lo ayudaba arreglando jardines?
Yo le decía, 'mirá que esto es un sacrificio', hay que juntar hasta la caca de perro. Él me decía 'papá, mira cómo andas lleno de barro'. Pero siempre tuvo este sueño de jugar. Hizo un sacrificio, lo llevaba en bicicleta, me iba a trabajar, no teníamos un medio de movilizarnos como un auto.
- Aunque no es el primer viaje por él...
Fue un orgullo haber ido a Chelsea con sólo 13 años. Fue un viaje que nunca se lo podría pagar y no me importó subir a un avión, porque había andado a caballo, en bici, pero tenía que acompañarlo en las buenas y en las malas.
- Cómo cuando se vino abajo mentalmente...
Tienes que ser psicólogo. Hubo un momento en que se decayó, no quería jugar más al fútbol y nosotros tuvimos que reanimarlo..
- Acompañado de la polola...
Victoria es su novia de niño, llevan mucho juntos de chicos, hay que acompañarlos, que estén bien y que él se sienta bien fundamentalmente y con Victoria mucho mejor.